El cierre del primer trimestre deja datos demoledores en términos de empleo. Los tres primeros meses del año suman 103.800 parados, lo que dispara la tasa de desempleo hasta el 13,26%, con más de 3,12 millones de parados. Estas no son buenas noticias para el Ministerio de Trabajo y Economía Social cuando se cumple un año de la entrada en vigor plena de la reforma laboral, dado que la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el INE muestra que la destrucción de empleo ha calado tanto en el sector público como en el privado. En total, a cierre de marzo había 11.100 ocupados menos que en el cuarto trimestre de 2022, dato que, cabe recordar, distó de ser positivo, ya que el número de ocupados también cayó en más de 81.000 personas.
El parón tras las vacaciones de Navidad acostumbra a engrosar el número de parados, especialmente en el mes de enero y 2023 ha mantenido esta tendencia. En los tres primeros meses del año cae el número de ocupados hasta los 20,45 millones, si bien lo hace menos que la media de los años anteriores, dado que en el primer trimestre de 2022 el número de ocupados descendió en 100.200 personas y en 2021 lo hizo en 137.5000. Por lo que el de 2023, es el mejor primer trimestre en 15 años, desde 2008. De hecho la tasa de paro no alcanzaba el 13% desde hace un año, cuando apenas era 38 centésimas mayor. No obstante, este dato agridulce hace saltar todas las alarmas, ya que el empleo estaba resistiendo con fuerza a las diferentes crisis que se han encadenado y a la inflación, a costa de una pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.
Con este, se suman dos trimestres de destrucción de empleo en el sector privado, con 8.800 empleados menos que en diciembre, después de un cuarto trimestre en el que se perdieron más de 100.000 puestos de trabajo en el ámbito privado. Por lo que todas las expectativas se centran en la evolución del segundo trimestre y el tirón que puede marcar el turismo en términos de empleo, tras una exitosa campaña de Semana Santa y la temprana llegada de las temperaturas propias de la época estival. Las empresas hicieron una importante inversión en capital humano entre abril y junio de 2022 que sumó 397.600 ocupados, sin embargo, la reducción de los márgenes de la pequeña y mediana empresa y la evolución al alza de los costes del trabajo, hacen temer que en esta ocasión la apuesta no alcance estas dimensiones.
En cambio, el empleo público rompe la cadena de creación de empleo acumulada desde junio de 2022 y pierde 2.300 empleados. Si bien, el sector público no sigue una pauta específica en la comparativa histórica, por lo que si bien se destruyen menos puestos de trabajo que en el mismo periodo de 2022, entre enero y marzo de 2021 se sumaron hasta 18.300 nuevos ocupados en este sector. Por lo que, a pesar de los efectos perseguidos por la reforma laboral y la recurrencia a la figura del fijo-discontinuo, el mercado laboral español no deja de estar marcado por la estacionalidad. Prueba de ello es que, pese al dato del primer trimestre, en los últimos doce meses se han creado 368.000 empleos, de los que 312.000 pertenecen al sector privado y hasta 55.700 al ámbito público.
Entre enero y marzo el desempleo ha crecido en todos los tramos de edad, mientras que los sectores más afectados son los servicios (147.700 parados más), Construcción (18.600) e Industria (12.400). No obstante, resulta significativo que se contrae el número de parados de larga duración, es decir, los ciudadanos que están en búsqueda activa de empleo desde hace más de un año, una cifra que cae en 58.300 personas. Sin embargo, también se reduce en 8.000 personas, el grupo de residentes que buscan su primer empleo, a pesar de que en los últimos meses los ministerios de Trabajo y Seguridad Social habían reportado un aumento de los desempleados que se insertaban en la categoría de 'sin empleo anterior'.
Crece el número de hogares con todos los integrantes en paro
A cierre de marzo había más de un millón de hogares en los que todos los miembros activos estaban en paro, tras registrarse un incremento de 7.800 familias en los tres primeros meses del año. De ellos, 322.000 eran unipersonales. En contraposición, desciende el dato inverso, los hogares en los que todos los integrantes activos están ocupados, esta cifra cae en 43.300 personas y se sitúa en 11,2 millones, de los que 2,3 millones son unipersonales. No obstante, ambos registros han evolucionado al alza en la comparativa interanual, hay 2.500 familias más con todos sus integrantes en paro y 162.400 con todos ellos ocupados.
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