Madrid, 13 abr.- El Gobierno español pedirá a Colombia que incorpore a la agenda de la Cumbre de las Américas, que comienza mañana en Cartagena de Indias, el conflicto con Argentina en torno a una eventual nacionalización de la petrolera YPF, controlada por Repsol.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, adelantó hoy en una conferencia de prensa en Madrid que el Ejecutivo de Mariano Rajoy va a enviar una carta con esa petición dirigida a la canciller colombiana, María Ángela Holguín, cuyo país es el anfitrión de la cita.
Desveló que España ha solicitado apoyos a socios y aliados, y que en el marco de esos contacto ha hablado con representantes de la Administración estadounidense, a través del embajador en Madrid, y con la canciller mexicana, Patricia Espinosa, que ejerce la presidencia del G-20.
"YPF es importante para Repsol y Repsol es importante para España", destacó el ministro, que afirmó que hasta el momento el Gobierno español no tiene constancia de que el Ejecutivo de Cristina Fernández haya remitido a las Cortes el proyecto de ley para tomar el control de la petrolera participada en un 57,43 por ciento por Repsol.
Ante esta situación de "incertidumbre" y tras mantener una reunión de 45 minutos con el embajador argentino en Madrid, Carlos Bettino, Margallo hizo un llamamiento al diálogo y la negociación.
Pero advirtió también a las autoridades argentinas que "cualquier agresión" que viole el principio de seguridad jurídica a Repsol será considerada por parte del Gobierno español como una agresión.
Al igual que la vicepresidenta y portavoz del Gobierno español, Soraya Saénz de Santamaría, también avisó a Buenos Aires de que las autoridades españolas se reservan las reacciones que considere oportunas si finalmente se produce la nacionalización de YPF.
No obstante, abogó por resolver este asunto a través del diálogo y la negociación y aseguró que la ruptura de las relaciones con Argentina es "el peor de los escenarios" que se puede imaginar.
El ministro destacó que los últimos acontecimientos en torno a Repsol han creado cierta incertidumbre que hace imposible el desarrollo normal de negocios y que ha causado la depreciación de las acciones de la compañía.
En su declaración ante la prensa recordó las estrechas relaciones de ambos países y cómo en 2001, en un momento difícil, el Gobierno de José María Aznar acudió en socorro de Argentina con un préstamo de mil millones de dólares.
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