Estafas

Golpe a los estafadores del hijo en apuros: 100 detenidos, un millón de euros robado y al menos 300 víctimas

Por el momento han sido identificadas 238 víctimas. Se han localizado más de 500 cuentas bancarias que el grupo criminal utilizaba para recibir el dinero. Las transferencias estafadas a cada víctima iban desde los 800 euros hasta los 55.000 a una de ellas.

Cómo es la estafa del hijo en apuros
Cómo es la estafa del hijo en apuros
Guardia Civil

La estafa del hijo es apuros es una de las más utilizadas para engañar a las víctimas. La Guardia Civil acaba de asestar un duro golpe a estos estafadores con un total de 100 personas detenidas. Entre las víctimas, sólo 238 en la provincia de  Alicante, las hay que han perdido 800 euros hasta los 55.000 que ingresó una de ellas pensando que su hijo lo necesitaba. Esta estafa es una de las más crueles porque suplantan la identidad de los hijos y se inventan situaciones de emergencia para que los padres pasen miedo y sigan sus instrucciones. 

En su investigación, la Guardia Civil ha localizado más de 500 cuentas bancarias de diferentes entidades utilizadas por los estafadores para transferir el dinero procedente de las estafas. También se han analizado más de 100 líneas de teléfono que habían sido dadas de alta empleando identidades falsas para cometer el fraude a través de mensajería móvil.

Las primeras denuncias se recibieron a finales de 2022 en la provincia de Alicante. En ellas, las víctimas relataban que los autores habían conseguido estafarles grandes cantidades de dinero haciéndose pasar por algún familiar y estando en una situación complicada necesitando dinero de forma inmediata.

¿Qué es la estafa del hijo en apuros?

Este tipo de fraude explota la confianza de las víctimas, a la que manipulan para conseguir dinero. Primero, estudian el perfil de las potenciales personas perjudicadas, con el factor común de tener un hijo emancipado, estudiando fuera o de viaje. A continuación, contactan con su persona objetivo por una conocida aplicación de mensajería móvil, haciéndose pasar por su hijo o hija. Para justificar el número de teléfono desde el que contactan no es el habitual, apelan a que tienen un problema con su teléfono.

Las conversaciones empiezan con un saludo personal, creando una conexión emocional instantánea tras la que trasladan la urgencia con mensajes de desesperación con el que provocan la reacción de protección de los padres.

Captada la atención y establecida la confianza, les relatan que se encuentran en un problema sobrevenido que deben resolver inmediatamente y para lo que necesitan un pago en ese mismo momento pero no pueden acceder a su cuenta bancaria. Por este motivo, necesitan que la víctima realice una transferencia urgente al número de cuenta que los falsos hijos les facilitan. Es tal el poder de convicción de los estafadores que en la mayoría de ocasiones consiguen que el perjudicado les realice transferencias continuas de grandes cantidades de dinero.

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