La vida está llena de sorpresas y no todas son positivas. Se rompe el coche, se estropea la lavadora, se cae el móvil, el horno deja de funcionar… Menos de un tercio de los españoles cuentan un fondo de emergencia para hacer frente a los gastos imprevistos según los datos del neobanco N26.
Porque el fondo de emergencia es precisamente ese colchón financiero para poder afrontar gastos inesperados sin recurrir a la tarjeta de crédito o a préstamos personales. Es como tu red de seguridad con la que cubrir los gastos que estén fuera del presupuesto.
Para qué sirve el fondo de emergencia
Disponer de un buen fondo de emergencia es importante desde un punto de vista financiero y psicológico.
Por el lado financiero, sirve para evitar la deuda y que tengas que pagar intereses ante cualquier gasto que no hayas previsto.
Además, también ayuda a no tener que parar tu plan financiero si surgen imprevistos. En lugar de dejar de ahorrar ese mes, podrás usar el dinero del colchón de emergencia e ir reponiéndolo poco a poco.
Por último, evita que tengas que vender tus inversiones en el peor momento. Imagina que se rompe el coche en plena caída de los mercados y tienes que deshacer posiciones para pagarlo. Venderías asumiendo pérdidas que con un fondo de emergencia no tendrían por qué materializarse.
Y por el lado psicológico, contar con un colchón de imprevistos aporta tranquilidad y seguridad. En otras palabras, dormirás más tranquilo sabiendo que, si hay un gasto inesperado, cuentas con ahorros para afrontarlo.
Cuánto debería tener el colchón de imprevistos
¿De cuánto dinero estamos hablando? ¿Qué cantidad es recomendable tener como fondo de emergencia? La mayoría de libros y gurús financiero hablan de entre tres y seis meses de tus gastos fijos como el mínimo que debe tener el colchón para imprevistos.
Si no tienes claros esos gastos, prefieres no calcularlos o, simplemente, necesitas un margen mayor, puedes usar tu salario como base para el cálculo.
En esta línea, esos seis meses de gastos fijos son solo una referencia. El objetivo del fondo de emergencia es que puedas dormir tranquilo y que tengas seguridad financiera. Hay quien necesitará un margen mayor, como por ejemplo los autónomos o las personas con hijos a cargo.
Cómo construir tu fondo de emergencia
Crear tu colchón de emergencia es muy sencillo. Lo único que te hace falta es ponerte en marcha y seguir estos tres pasos:
-Decide el tamaño de tu fondo de emergencia. Puedes usar la regla que ya has visto, de manera que, si tus gastos fijos al mes son de 1.000 euros, tendrás que ahorrar un total de 6.000 euros como red de seguridad.
-Calcula cuánto puedes ahorrar al mes o cuánto quieres ahorrar. Suma ingresos, resta todos tus gastos y averigua la cantidad que puedes ahorrar de forma mensual. Si al hacer el cálculo la cifra que te da es cero o muy pequeña o si prefieres no hacer los cálculos, ahorra un porcentaje fijo de tus ingresos. Puedes empezar con entre un 3% y un 5% de tu salario, un nivel de ahorro que la mayoría de economías puede asumir sin reducir su calidad de vida.
-Aparta ese dinero a principio de mes. Esto es lo que se conoce como preahorrar, el sistema de ahorro creado por Luis Pita, autor de “Libre”. Para ponerlo en marcha hace falta crear una orden de transferencia periódica de la cuenta en se ingresa al lugar donde quieras tener tu colchón de emergencia.
Esta es la forma de construir tu colchón de emergencia de manera automática, sin tener que preocuparte cada mes por cuánto dinero ahorras.
¿Existe alguna estrategia para crear el fondo más rápido?
Lamentablemente no existen atajos en para tus finanzas personales. La única fórmula para terminar antes es ahorrar más dinero cada mes. Para lograrlo puedes revisar tus gastos fijos, especialmente las suscripciones y dejar alguna durante unos meses o ir más allá y poner en marcha otros trucos de ahorro que te ayuden a reducir tus dispendios.
Dónde poner el dinero
Por último, está la cuestión de qué hacer con el dinero del fondo de emergencia. Luis Pita recuerda que ese capital está para hacer frente a emergencias. Esto implica que debe de estar disponible en todo momento y en un lugar seguro.
El lugar ideal para guardar ese dinero es una cuenta corriente o una cuenta remunerada que no cobre comisiones.
El fondo de emergencia no está ahí para ofrecerte rentabilidad, para eso está la parte de tus ahorros que dedicas la inversión. Su objetivo es que puedas usarlo cuando lo necesites. Por eso el mejor producto es uno que sea muy líquido y que incluso te permita usarlo para pagar al momento.
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