Las pensiones, en el punto de mira

El fondo europeo de reconstrucción sólo sufragará reformas que prescriba la UE

  • Los países que quieran acceder a las ayudas deberán presentar un 'plan de recuperación' que se ajuste al menú de recomendaciones hechas por Bruselas.
Sánchez y Von der Leyen en Moncloa / EFE
Sánchez y Von der Leyen en Moncloa / EFE

No habrá 'hombres de negro', pero tampoco será una barra libre. Los primeros borradores del futuro Fondo Europeo para la Reconstrucción que ya han empezado a circular por Bruselas apuntan a un esquema mixto de préstamos e inversiones no reembolsables y confirman que sí habrá condicionalidad: la de las reformas estructurales. Los estados miembro que recurran al fondo deberán comprometerse con el desarrollo de un programa de reformas estructurales, pero no de cualquiera, de las reformas estructurales que Bruselas lleva años prescribiendo a los países y que en muchos casos - España es uno de ellos - sólo se han aplicado de manera bastante parcial.

La restricción plantea buenas y malas noticias para el Gobierno. Entre las primeras, la garantía a priori de que la Comisión Europea no pondrá reparos al Ingreso Mínimo Vital, uno de los proyectos más emblemáticos del Gobierno de coalición de las izquierdas, ya que aunque supone un incremento estructural no pequeño del gasto público en un contexto peliagudo en el que la UE se ha visto obligada a tirar a Sánchez de las orejas por su incumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal en 2019, está en línea con las recomendaciones de la Comisión para que España salga del vagón de cola de los países europeos en lo que se refiere a ayudas para salir de la situación de pobreza.

Y también el respaldo decidido a la 'agenda verde' impulsada por la Vicepresidencia Cuarta de Teresa Ribera y que tiene en los objetivos de reducción de emisiones de Bruselas un importante paladín, que habilitará el flujo de fondos europeos hacia sus ambiciosos planes de inversión.

Entre las malas, que el planteamiento condicionará de forma significativa la agenda de política económica del Gobierno. No tanto en el plano de las políticas de ingresos públicos como en el de las políticas de gasto. La Comisión Europea no ha escondido su respaldo a las reformas laboral y de pensiones abordadas por el PP en la etapa post-crisis 2012-2013 y de algún modo inspiradas también por Europa. Bruselas le volvió a recordar este miércoles al Gobierno de España, en sus recomendaciones por país, que siguen pendientes reformas estructurales como la modernización de los servicios públicos de empleo para mejorar su eficacia a la hora de conectar la oferta y la demanda de empleo o los planes nacionales de formación.

Una hoja de ruta de reformas....con aval europeo

Según fuentes comunitarias, el Fondo Europeo para la Recontrucción se distribuirá entre tres pilares básicos. El más potente de ellos, que se llevará el 80% de los recursos totales disponibles, en principio ese medio billón de euros anunciado por Merkel y Macron, estará orientado a la financiación de medidas de recuperación y reforma en los países cuyas economías han quedado más afectadas tras el impacto del coronavirus. El mecanismo de funcionamiento será el siguiente: los estados miembro que requieran de estas ayudas presentarán a Bruselas un 'programa de recuperación' con las reformas que pretenden aplicar y su calendario de puesta en funcionamiento. En principio, la financiación se vinculará de forma inexorable a la puesta en marcha de las medidas, que además deberán formar parte del 'menú de reformas' prescritas por la UE.

La segunda línea de actuación estará orientada a la 'activación de la economía', se llevará en torno al 15% de los recursos disponibles e irá orientado a sostener financieramente y cubrir las necesidades puntuales de liquidez de empresas que sean viables y se consideren estratégicas para el tejido productivo del país en cuestión. La tercera línea  de actuación estará dotada con el 5% de los recursos y en principio llevará el sugerente nombre de 'lecciones aprendidas'.

La condicionalidad residirá en el perfil de las reformas que el fondo europeo de reconstrucción sufragará. El criterio, en este caso, será doble, según las fuentes consultadas. Por una parte, se impulsarán medidas que aseguran la modernización de las economías afectadas, en lo que se refiere a su digitalización o también a la configuración de un tejido productivo más sostenible desde el punto de vista ambiental, aspectos ambos en los que Europa ha sido repetidamente crítica con España. La otra referencia será el listado de recomendaciones por cumplir de las autoridades europeas a los países.

Entre los aspectos que están por definir está el mix financiero del fondo. Se sabe que habrá préstamos y subvenciones no reembolsables pero no qué cuantía tendrá cada segmento. Lo que está claro es que la Comisión Europea emitirá títulos en el mercado para alimentar el Fondo y que éstos se emitirán a plazos muy largo: no será deuda perpetua, pero sí plazos de hasta 30 años.

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