Greenpeace insta al OIEA a facilitar un mundo libre de energía atómica

  • Viena.- La organización ecologista Greenpeace abogó hoy por que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) abra las puertas a un mundo libre de energía nuclear, tras la catástrofe en la central japonesa de Fukushima.

Bajo el impacto de Fukushima, se revisa en Viena la Convención de Seguridad Nuclear
Bajo el impacto de Fukushima, se revisa en Viena la Convención de Seguridad Nuclear

Viena.- La organización ecologista Greenpeace abogó hoy por que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) abra las puertas a un mundo libre de energía nuclear, tras la catástrofe en la central japonesa de Fukushima.

"La crisis en Fukushima continúa y nos recuerda sin ambages que algo así como una seguridad nuclear simplemente no existe, sino sólo riesgos atómicos", afirma Jan Baranek, director de la campaña internacional contra la energía nuclear de Greenpeace, en un comunicado.

La nota fue publicada hoy en Viena con motivo de la quinta conferencia de revisión de la Convención de Seguridad Nuclear (CNS) que se abrió este lunes en la sede del OIEA, en la capital austríaca.

Para Baranek, los riesgos de la tecnología nuclear "son cada vez mayores debido a la combinación potencialmente letal de errores humanos, fallos técnicos y catástrofes naturales".

El experto considera que "las conversaciones en Viena sobre la seguridad nuclear tienen que conducir a decidir cuáles son los reactores que hay que detener" en una primera fase de un proceso para que el mundo abandone por completo la energía nuclear.

Greenpeace recuerda en el comunicado que, de forma paralela a la reunión de la CNS, en Abu Dhabi se celebra la primera Asamblea de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), que apuesta por el desarrollo de fuentes alternativas.

"Nuestro planeta tiene un único reactor seguro, que es el Sol", destaca el ecologista, y asegura que el astro rey puede abastecer a la Tierra con energía en los próximos 5.000 millones de años, manteniendo una distancia segura de 150 millones de kilómetros.

"El mundo tiene la elección entre energía segura y fiable, y la cara y peligrosa energía nuclear", advierte Baranek.

En la reunión vienesa, el director general del OIEA, el japonés Yukiya Amano, reconoció hoy que tras el accidente nuclear de Fukushima el mundo y la industria atómica no pueden seguir "como si nada hubiese ocurrido".

Sin embargo, el órgano nuclear de la ONU defiende la tecnología atómica con fines pacíficos y especialmente la generación de nucleoelectricidad como una fuente limpia de energía (salvo en caso de accidentes), por lo que su objetivo es seguir fomentándola, aunque elevando los estándares de seguridad.

El OIEA aspira incluso a llevar esta tecnología a los países que aún no tienen reactores.

"Vamos a redoblar nuestros esfuerzos para ayudar a los países nuevos a establecer una infraestructura nuclear segura mucho antes de que el primer reactor comience a funcionar", aseveró hoy Amano.

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