El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, anunció que bajará el Impuesto de Sociedades al 9%, lo que convierte a Hungría en el país de Europa con el tipo más bajo. Pasará pues de los actuales 10% y 19% a estar por debajo del 10%. Irlanda contaba uno de los Impuesto de Sociedades más bajos, situado en el 12,5%. En Bulgaria, hasta ahora el más bajo, es del 10%.
La intención de Orbán, conocido por plantear un referéndum para limitar las cuotas de refugiados, es atraer la inversión extranjera. Algo similar hace Irlanda, que gracias a la baja presión fiscal a logrado que empresas como Apple o Facebook fijen sus sede allí. Esto ha supuesto la creación de empleo e inversión, pero también la apertura de un proceso de 'sanción' por parte de la Unión Europea. Se estima que en 2014 Apple tributó al 0,005%. Motivo por el que se pidió al fisco irlandés recuperar 13.000 millones.
"El próximo año, el impuesto sobre las ganancias de las empresas será del 9%, lo que afectará tanto a las pymes como a las empresas más grandes", aseguró Orbán. Hasta ahora, las empresas con ingresos anuales por debajo del 1,6 millones de euros tributaban al 10%, y si superaban esa cifra al 19%.
Para Hungría, si consigue atraer a empresas al igual que Irlanda, supondría crear empleos de mejor calidad. Aunque que compañías como Apple se trasladen al país del este de Europa es difícil de creer. Principalmente por la ausencia de infraestructuras punteras y mano de obra cualificada.La competencia desleal está en casa
La Unión Europea se enfrenta a un problema en su propio seno. No sólo debe lidiar contra los paraísos fiscales como Panamá y su conocidos Papeles, también se enfrenta a países que utilizan este tipo de rebajas. Otros países como Malta (35%) o Luxemburgo (29,22%) rebajan sus tipos hasta el 5% o menos a las empresas extranjeras. Gigantes estadounidenses como Amazon o McDonald's están siendo investigadas por sus tratos con el gobierno de Luxemburgo.
Ya se están planeando medidas para acabar con este tipo de prácticas desde Bruselas. Aunque establecer un tipo común es casi imposible, ya que los países miembros no están dispuestos a ceder soberanía, se quiere armonizar la base imponible del Impuesto sobe Sociedades. Por lo que no quiere establecer un tipo mínimo, sino fijar unos criterios para definir qué es obligatorio tributar y qué se puede deducir y qué no. Se quiere poner fin a los acuerdos legales, pero inmorales, entre los Estados y las grandes multinacionales.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios