El pasado 18 de septiembre el Ministerio de Trabajo comunicó a la Junta Directiva de Mutua Gallega que disponía de 15 días para cerrar su fusión con otra entidad del sector con los únicos requisitos de que tuviera una situación más saneada y de que garantizara la estabilidad futura de la entidad. Desde julio la cúpula de la entidad ya sabía que tenía dos opciones, la de Ibermutuamur y la de MC Mutual, y finalmente se ha decantado por la primera, que era la que gozaba de mayor respaldo por parte de la plantilla y los cuadros directivos de la entidad.
Reunida en sesión extraordinaria, la Junta Directiva de Mutua Gallega se ha inclinado este lunes por la propuesta de Ibermutuamur que según fuentes conocedoras del proceso era la que más garantías de futuro ofrecía a la plantilla, ya que a día de hoy dispone de una estructura bastante más ligera en Galicia que la de MC Mutual, la otra gran candidata, que ofrecía más dudas a los trabajadores de la mutua galaica pese a haber garantizado su blindaje durante los próximos tres años.
Según un comunicado enviado por la propia mutua, la decisión de la Junta Directiva deberá ser ahora refrendada por la Junta General de la entidad y, en última instancia, deberá recibir también el visto bueno del Ministerio de Trabajo, ya que se trata de entidades colaboradoras de la Seguridad Social.
La entidad resultante de esta fusión dará cobertura a cerca de un millón y medio de trabajadores y se erigirá como la tercera gran entidad del sector de las mutuas de accidentes de trabajo por detrás de Asepeyo y Fremap, y situándose un escalón por encima de Mutua Universal, MC Mutual y Fraternidad Muprespa.
Guiño a la 'galeguidade' de la nueva entidad
Según las fuentes consultadas, la nueva entidad resultante operará en Galicia con el nombre de Ibermutua Gallega, para dar cumplimiento así al requisito impuesto por la Xunta de preservar en cualquier caso la 'galeguidade' de la entidad, y mantendrá un núcleo ejecutivo específico en la comunidad, como había comprometido en su momento el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, con el presidente de la Mutua Gallega, José Fariña, en los albores de la operación.
En una carta remitida por el secretario de Estado de Seguridad Social al presidente de la mutua el pasado 12 de julio, y a la que ha tenido acceso La Información, Granado transmitió a Fariña que "en nuestro criterio, el equipo directivo que en estos momentos pilota la Mutua Gallega es un conjunto de profesionales de primer nivel y en nuestro deseo y en nuestra opinión debería asumir en Galicia la mutua resultante de la fusión".
En términos operativos, el siguiente paso de la fusión será la constitución de una suerte de 'comité de coordinación' con representantes de las dos entidades fusionadas para ir puliendo los detalles de una integración, que según los plazos marcados por el Ministerio de Trabajo debe sustanciarse antes de que finalice el año para que al comienzo de 2019 ya esté operativa la nueva entidad.
¿El inicio de un nuevo 'baile de fusiones'?
Aunque en el sector no se ve con especial entusiasmo, todo apunta a que la operación de fusión de Mutua Gallega propiciada desde el Ministerio de Trabajo puede ser el inicio de un nuevo proceso de fusiones en el sector, similar al ya impulsado por el mismo equipo de la Seguridad Social allá por el año 2006, en la era Zapatero.
Según fuentes gubernamentales, la información de traspaso de cartera entregada por el equipo de Fátima Báñez al nuevo 'staff' de Magdalena Valerio apuntaba el nombre de otras dos mutuas de pequeño tamaño, al margen de Mutua Gallega, como susceptibles de ser objeto de alguna fusión por su delicada situación financiera.
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