Si alguna vez te has preguntado si merece la pena comprar una casa prefabricada, lo cierto es que lo primero debes mirar al detalle es el precio de venta, que suele estar muy por debajo del mercado inmobiliario tradicional. En algunos casos, incluso puedes adquirirlas por menos de 40.000 euros; una opción realmente asequible si tenemos en cuenta que el precio medio de la vivienda en España continuó creciendo durante 2023 a un ritmo del 3,6% interanual.
Sin embargo, comprar una casa prefabricada conlleva una serie de gastos más allá de hacerse con el inmueble: desde disponer de un terreno para edificar (suelo urbano, es decir, uno que disponga de red de abastecimiento de agua y electricidad), hasta el pago de la licencia urbanística (entre 2,5% y el 4,5% del coste de ejecución de obra), o el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). La buena noticia es que, sí, efectivamente, hay ciertos impuestos y pagos que te ahorras a la hora de comprar una casa prefarbicada, en comparación con una vivienda tradicional.
Impuesto sobre las Transmisiones Patrimoniales (ITP)
Las viviendas prefabricadas cuentan con IVA (como en el caso de una vivienda de obra nueva). Sin embargo, una de las ventajas que tiene adquirir este tipo de casas es que, al ser una compra de primera mano, nunca llevarán asociadas el Impuesto sobre las Transmisiones Patrimoniales (a no ser, claro, que se decida comprar una vivienda prefabricada de segunda mano ya instalada en un terreno).
Este impuesto varía entre comunidades entre el 6% y el 10%. Por ejemplo, mientras que Ceuta, Melilla, Navarra o la Comunidad de Madrid exigen el tipo más bajo, otras regiones como Galicia, Comunidad Valenciana, Cantabria o Cataluña tienen establecido el tributo más alto. En cualquier caso, este tipo de impuesto siempre es abonado por el comprador, por lo que en el caso de las casas prefabricadas, sin duda, supone un ahorro.
Gastos de apertura de hipoteca
En general, los bancos suelen pedir un 10% del valor de la vivienda que se va a adquirir para cubrir los gastos asociados a la constitución de la hipoteca asociada a la vivienda. Sin embargo, cuando se compra una casa fabricada este gasto desaparece, ya que la entidad no puede financiar un bien que no es inmueble hasta que se hace el papeleo pertinente.
¿Y cómo se puede financiar entonces este tipo de proyectos? Con las hipotecas de autopromotor, es decir, el mismo tipo de financiación que obtienen las promotoras y constructoras de viviendas. En este sentido, el contratante no recibe todo el dinero de golpe, sino que el banco lo abana a medida que avanza la construcción y después se paga en cuotas. En cada uno de los pagos anticipados de la hipoteca autopromotor se abonará un 10% de IVA que deberá pagar el cliente bancario.
