Los precios no dejan de subir, pero lo hacen menos. La inflación despide el 2023 en el 3,1%, según el dato de diciembre que avanza este viernes el Instituto Nacional de Estadística. Este registro, que se ve impulsado a la baja por el comportamiento de los precios de los alimentos y de la electricidad, lleva al IPC medio al 3,55% -a falta de la confirmación de este organismo dentro de dos semanas-. Una referencia que marca la pauta para las subidas salariales recogidas en convenio, tras unos meses en los que la negociación colectiva ha experimentado un acelerón después de un parón técnico, generado por el coronavirus y por los costes asociados a la guerra de Ucrania.
Los agentes sociales acostumbran a incluir en estos acuerdos cláusulas de revisión de los salarios si el IPC supera lo pactado, algo que no ocurriría donde se haya tomado como referencia el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva de mayo, por el que la patronal y los sindicatos acordaron una subida adicional del 1% si la evolución de los precios superaba el 3% de media a fin de año. De hecho esta es la referencia que ha tomado el Ministerio de Trabajo y Economía Social para proponer una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) del 4%, para llevarlo de los 1.080 euros brutos mensuales en los que se sitúa actualmente hasta los 1.112 euros en 14 pagas; aunque por el momento no han conseguido cerrar un pacto tripartito.
No obstante, desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa valoran que esta moderación de los precios ha permitido que los salarios ganen poder adquisitivo -ya que evolucionan por encima de este indicador- al tiempo que las empresas españolas ganan competitividad, si bien admiten que el contexto internacional es complicado. El departamento al que hoy dice adiós la ministra Nadia Calviño 'saca pecho' de las medidas adoptadas por el Ejecutivo para contener la crisis inflacionista y destaca la caída de siete décimas de la inflación subyacente, la que excluye la evolución de los elementos más volátiles, como son los alimentos frescos y la energía, hasta el 3,8%.
Así, al margen de lo que suceda con los salarios que depende no solo de lo acordado en las mesas de negociación colectiva sino de las promociones o subidas aplicadas a título individual, los pensionistas sí ganarán poder adquisitivo de confirmarse el dato del IPC medio que se extrae del avance del INE. El último Consejo de Ministros del año celebrado este miércoles aprobó una subida generalizada de las pensiones contributivas y no contributivas del 3,8%, mientras que las mínimas, así como el Ingreso Mínimo Vital experimentarán incrementos adicionales, que en el caso de las pensiones de viudedad alcanzarán el 14% tal y como confirmó la titular Elma Saiz.
En la nota que distribuye Estadística atribuyen la evolución del indicador general de precios a la estabilidad que han mantenido los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, frente a la importante subida que registraron un año antes. Mientras que en el caso de los carburantes, sus precios disminuyen, pero lo hacen con menor intensidad que en el 2022. La evolución de ambos productos a lo largo del último año ha tensionado el bolsillo de los españoles, lo que llevó al Gobierno a poner en marcha medidas extraordinarias como la rebaja del IVA de los alimentos hasta el 0% para los productos básicos y al 5% en el caso de la pasta y el aceite, política que ha extendido a 2024. Así como el descuento de hasta 20 céntimos aplicado a la gasolina que decayó.
