Internet y las redes sociales se han convertido en un negocio para muchas personas gracias a la posibilidad de llegar a un público muy amplio. Arielle Charnas comenzó en Instagram cuando todavía era una red entre amigos y apenas había usuarios que lo utilizasen como negocio. Casi 10 años después, cuenta con más de 1,1 millón de seguidores y su perfil es solo un negocio más de un imperio empresarial, ya que cuenta también con una línea de ropa y un sitio web propios.
Los inicios de Arielle Charnas en el mundo 'blogger' fueron fortuitos. Como ella misma reconoce a Fashionista, comenzó para impresionar a un chico y demostrarle que podía tener su propio proyecto. Después de romper con él decidió volcarse en el blog.
Un año más tarde, en 2010, se inició en Instagram y pronto comenzó a llamar la atención por su estilo. Cuando casi nadie había descubierto el poder de la red social como plataforma ella comenzó a ganar mensualmente cerca de 100.000 seguidores. Sus inicios fueron de la mano de una consultoría para redes sociales, para la que trabajaba sacando fotos 'detrás de las cámaras' con el fin de mostrar la otra realidad de las sesiones de fotos, tal y como recoge Money.
A partir de entonces, su blog de estilo 'Something Navy' se convirtió en referencia, aunque sus primeros trabajos como 'influencer' no fueron fáciles porque las marcas todavía no confiaban en el poder de Internet para publicitarse. Por ello, durante sus primeros años, compaginaba este trabajo con otros como dependienta.
Su punto de inflexión fue el contrato con Nordstrom, una cadena de tiendas de lujo. El medio 'Business Of Fashion' la calificó como "el futuro de la moda" después de que su línea de ropa con Nordstrom superase los 4 millones de dólares en ventas en apenas 24 horas. La colección incluía precios para todos los bolsillos, desde 19 a 349 dólares. El éxito de las prendas de la influencer previsiblemente continuará, ya que este año lanzará una nueva colección.
Tras crear su propia línea de ropa, el proyecto de Charnas comenzó a ir a más. Ya tiene su propia oficina, en la que trabajan cinco mujeres para seguir ampliando el mercado, de hecho no descarta dar el salto a la televisión. Arielle Charnas cree que para poder ganarse la vida de esta manera hay que ser uno mismo y es necesario "mostrar la realidad".
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