Esta presencia de los inversores extranjeros en las cotizadas españolas se pone de manifiesto en su alta participación en la negociación de acciones, cercana al 75%, y como propietarios en el mercado de deuda pública, donde su presencia roza el 45%.
El porcentaje registrado en el primer semestre del año es más de 12 puntos superior al registrado en 1992 y muestra el grado de apertura al exterior del mercado bursátil español y de sus empresas, "que han conseguido apoyarse en la visibilidad que proporciona el mercado de valores y en la financiación exterior para crecer", apunta BME.
En su informe anual, Bolsas y Mercados destaca que tras siete años de crisis financiera mundial, agravada en Europa por la crisis de deuda soberana de 2011 y primera mitad de 2012, los inversores extranjeros han mantenido su confianza en la Bolsa española.
De hecho, en 2014 se alcanzó el récord histórico de participación con el 43%, marcando en 2015 su segundo mejor registro histórico con un 42,3%, a la espera de cerrar este ejercicio.
La participación de inversores extranjeros en las empresas cotizadas en la Unión Europea se situaba en el 38% en 2012, según las últimas estadísticas citadas por BME.
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