La Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS, por sus siglas en inglés) situó el Índice De Precios al Consumo (IPC) del país en el 6,8% en los últimos doce meses, mientras en junio alcanzó un 7,9% interanual. Este descenso se debería al abaratamiento de las materias primas y la electricidad, según ha informado la ONS.
Matthew Corder, subdirector de precios de la ONS, señaló que este segundo mes en el que la inflación ha frenado su velocidad de subida se corresponde con la entrada en vigor de las restricciones al precio máximo de la energía, que han provocado un descenso en el precio del gas y la electricidad.
El economista británico ha apuntado que, a pesar de mantenerse en niveles elevados, "la inflación de los precios de los alimentos también ha vuelto a disminuir", señalando la bajada que se ha podido apreciar en el coste de productos como la leche, el pan y los cereales.
Efecto de la subida de tipos
El ministro de Economía, Jeremy Hunt, dijo, en una declaración a los medios, que "la acción decisiva que hemos tomado para abordar la inflación está funcionando", pero "no estamos en la línea de meta".
El Banco de Inglaterra elevó recientemente los tipos de interés del 5 al 5,25%, el nivel más alto en 15 años, a fin de controlar la inflación. Esa fue la decimocuarta subida consecutiva del precio del dinero que dispuso la entidad inglesa, cuyo objetivo es controlar la inflación para que se mantenga en el 2%.
El banco espera que la inflación descienda este año y pueda alcanzar su objetivo del 2% a principios de 2025.
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