Jack Lew, hombre de confianza de Obama y experto presupuestario

  • El recién nombrado secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew, ha sido un discreto hombre de confianza del presidente Barack Obama durante los últimos años y un veterano en batallas presupuestarias durante las presidencias de Ronald Reagan y Bill Clinton.

Washington, 27 feb.- El recién nombrado secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew, ha sido un discreto hombre de confianza del presidente Barack Obama durante los últimos años y un veterano en batallas presupuestarias durante las presidencias de Ronald Reagan y Bill Clinton.

Como jefe de Gabinete de la Casa Blanca, puesto para el que fue designado a comienzos del año pasado, Jack Lew entró en el círculo más cercano del presidente, tras pasar por un cargo que le era familiar, el de director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la residencia oficial, que ocupó entre 2010-2012 y durante la presidencia de Bill Clinton, entre 1998 y 2001.

Aun así, Lew es una rareza en el reducido grupo de asesores cercanos al presidente ya que no forma parte del "círculo de Chicago", integrado por los que han seguido a Obama desde su cuna política en esa ciudad.

Judío neoyorquino, Lew se formó en las prestigiosas escuelas de Derecho de Harvard (Boston) y Georgetown (Washington).

El sucesor de Timothy Geithner en el Tesoro es además un experto en gestión presupuestaria y comenzó a curtirse en Washington como asesor del presidente de la Cámara de Representantes, el demócrata Thomas P. O'Neill, durante las negociaciones presupuestarias con la Administración de Ronald Reagan en los 80.

Las negociaciones buscaban mantener solventes los programas de Seguridad Social y de Medicare (sanidad para mayores y discapacitados) pese a los recortes de impuestos de la Administración Reagan.

Lew llega al cargo en una situación similar, con los inminentes y drásticos recortes automáticos en el gasto valorados en 85.000 millones de dólares previstos para aplicarse el viernes 1 de marzo.

Diseñados para forzar un acuerdo bipartidista para conseguir un plan de reducción del abultado déficit presupuestario, algo que aún no se ha conseguido, los recortes amenazan con ralentizar la ya tímida recuperación económica en EEUU.

A Lew, de 57 años, no le debería quedar grande su nueva responsabilidad al frente del Tesoro, pese a lo complicado de la situación actual, con un Congreso dividido entre una Cámara de Representantes republicana y un Senado demócrata.

Con Clinton, sentó las bases de una política presupuestaria y fiscal que condujo al país a un superávit presupuestario histórico que se convirtió en déficit tras la llegada a la Casa Blanca de George W. Bush y se agravó con Obama debido a la crisis.

Lew ha sido el estratega en la sombra de la política económica del primer mandato de Obama y es conocedor de los entresijos de las duras negociaciones para aumentar el techo de deuda de mediados de 2011 y las que tuvieron lugar a finales de 2012 para evitar el "abismo fiscal", que EEUU esquivó parcialmente en el último minuto el 1 de enero pasado.

El pacto alcanzado en el Congreso para aumentar los impuestos a los ingresos superiores a los 400.000-450.000 dólares anuales, deberá ser complementado ahora con recortes presupuestarios, como piden los republicanos, y una reforma fiscal que incluya un aumento de los ingresos, como proponen los demócratas.

Además, Lew deberá liderar las negociaciones para aumentar el techo de deuda en dos meses, un proceso que ha pasado de ser una rutina sin complicaciones a un duro pulso entre republicanos y demócratas sobre cómo poner las cuentas públicas en orden.

A su experiencia como funcionario público, Lew suma sus años en el sector privado: fue directivo de Citigroup entre 2006 y 2009, justo cuando estalló la burbuja hipotecaria que desencadenó la actual crisis económica.

Esos tres años en Citigroup fueron el principal escollo que tuvo que enfrentar durante sus audiencias de confirmación, aunque finalmente fue ratificado cómodamente.

Citigroup es una de las entidades rescatadas con dinero público y Lew dejó el banco con una prima de casi un millón de dólares.

Menos problemático, aunque ya ha provocado quejas y socarronería en internet, será el hecho de que como secretario del Tesoro tendrá que firmar los billetes de dólar con su rúbrica, un garabato con aspecto de muelle que ha motivado muchos chistes en la red.

Pausado y sosegado, Lew es un hombre de fuertes convicciones religiosas y es conocido su respeto por la fiesta judía del "sabbat", por la que abandona los viernes la Casa Blanca antes de que caiga el sol.

Casado y con dos hijos, mantiene su residencia en Nueva York, y es allí adonde se traslada los fines de semana para descansar con su familia.

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