Japón cierra 2012 con el mayor déficit comercial de su historia

  • Japón sufrió un déficit comercial récord en 2012, un difícil año en el que las exportaciones retrocedieron debido a la tensión con China, a la crisis europea y a la subida del yen, mientras que las importaciones se encarecieron por la compra de hidrocarburos.

Javier Picazo Feliú

Tokio, 24 ene.- Japón sufrió un déficit comercial récord en 2012, un difícil año en el que las exportaciones retrocedieron debido a la tensión con China, a la crisis europea y a la subida del yen, mientras que las importaciones se encarecieron por la compra de hidrocarburos.

El año pasado, la balanza comercial japonesa registró un saldo negativo de 6,93 billones de yenes (58.800 millones de euros), su segundo año consecutivo de caída, tras 32 años de superávit y el peor dato histórico desde que el país comenzó en 1979 a recopilar información sobre este indicador.

Durante 2012 las exportaciones japonesas, un pilar que sustenta cerca del 40 % del producto interior bruto (PIB) del país, se redujeron un 2,7 por ciento hasta los 63,7 billones de yenes (540.250 millones de euros).

Detrás de esta caída, los analistas apuntan diversos motivos, entre ellos la trascendencia que ha tenido la inusual fortaleza del yen durante gran parte del año, lo que ha reducido de manera considerable los beneficios de las empresas exportadoras a la hora de repatriarlos.

A pesar de que la llegada al poder del nuevo primer ministro, Shinzo Abe, ha provocado la depreciación del yen en un 10 por ciento desde noviembre ante sus promesas de estímulo monetario, se estima que el efecto de esa mejoría se empezará a notar en el comercio nipón a mediados de 2013.

Al margen de la divisa nipona, considerada "refugio" en momentos de inestabilidad económica, el sentimiento antijaponés en China reavivado desde septiembre por la disputa territorial sobre las islas Senkaku/Diaoyu también ha reducido las transacciones con el que es su primer destino comercial.

Las ventas de Japón a China se recortaron un 10,8 % interanual el año pasado, lo que le ha generado un saldo negativo con la segunda economía del mundo por unos 3,5 billones de yenes (unos 29.700 millones de euros).

Uno de los sectores más afectados por el conflicto es el de los fabricantes de automóviles, uno de los históricos motores de la economía japonesa, cuyas ventas se han desplomado en la recta final de 2012.

En el caso del líder japonés, Toyota Motor, las ventas llegaron a depreciarse en China en un 50 % en septiembre, mientras que en octubre la caída fue del 61,6 % y en noviembre del 38,7 %.

Las condiciones financieras globales han sido también uno de los grandes problemas para una economía japonesa en proceso de recesión, anclada también por la persistente crisis de deuda en la zona euro.

En 2012 Japón tuvo con Europa un déficit comercial de 139.700 millones de yenes (1.185 millones de euros), su primera balanza comercial negativa con el Viejo Continente, arrastrada por la fuerte caída del 14,7 % de las exportaciones.

En la otra cara de la moneda, las importaciones de Japón no han dejado de crecer desde el devastador tsunami que asoló el noreste del país en marzo de 2011 y provocó una crisis nuclear en la central de Fukushima, la peor desde Chernóbil en 1986.

Así, el pasado año, Japón importó un 3,8 % más que en 2011, hasta los 70,7 billones de yenes (unos 600.000 millones de euros).

En este apartado aumentaron sobre todo las compras de hidrocarburos, que se dispararon un 10,4 % para poder garantizar el suministro eléctrico con centrales térmicas, tras el cierre paulatino de casi la totalidad de los reactores nucleares del archipiélago a raíz del accidente en Fukushima.

Ante la preocupante escalada de las importaciones energéticas, el nuevo Gobierno ha abierto la puerta a la posibilidad de reanudar gradualmente la actividad de las plantas atómicas, una fuente que antes de la crisis procuraba cerca del 30 % del consumo eléctrico del archipiélago.

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