Jiménez pide que las manifestaciones en el Magreb no sean reprimidas

Madrid.- La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha pedido hoy que las manifestaciones que está habiendo en países del Magreb, como Libia, y de Oriente Próximo, como Bahréin, puedan desarrollarse con libertad y sin que sean reprimidas por la policía.

Jiménez ha hecho este llamamiento ante su colega argelino, Murad Medelci, en la rueda de prensa ofrecida en el Palacio de Viana tras la reunión en la que han repasado la situación en la región tras las revueltas de Egipto y Túnez y su extensión a otros países vecinos.

Sin citar casos concretos, la ministra ha reclamado que "se respete el derecho de los manifestantes a expresar libremente sus opiniones e ideas" y que "no se haga uso de la fuerza contra ellos".

"Los Gobiernos tienen que ser especialmente sensibles a lo que la gente les está pidiendo en la calle para que, en su caso, se puedan adoptar decisiones y tomar iniciativas", ha añadido Jiménez.

Libia, Bahréin y Yemen han vivido hoy una nueva jornada de protestas en la que se han registrado varias decenas de muertos.

En Marruecos, está convocada una gran marcha el próximo domingo, mientras que en Argelia, su Gobierno prohibió el pasado sábado la que pretendía ser la mayor manifestación de la última década.

Jiménez no ha entrado a enjuiciar la situación de cada uno de estos países, pero ha hecho hincapié en que la policía no debe actuar con violencia contra "manifestantes que de manera pacífica están reclamando más derechos y libertades".

La titular de Exteriores ya dejó claro hace días que Marruecos era un caso distinto a Egipto y Túnez al haber iniciado ya un proceso de reformas democráticas.

Sobre Argelia, Jiménez ha destacado que se trata de un "socio clave" en la zona con el que España mantiene "intereses, espacios y retos comunes" y una "estrecha" colaboración.

Argelia es el principal suministrador de gas del mercado español, posición que se consolidará con la apertura a finales del próximo mes de marzo del gasoducto Medgaz, una infraestructura estratégica que unirá Almería con la localidad argelina de Beni-Saf (210 kilómetros).

Medelci ha dejado claro que la situación de su país no es comparable con la de sus vecinos y "no debe inquietar a nadie", puesto que las demandas ciudadanas son escuchadas y la libertad de expresión está garantizada.

Ha puesto como ejemplo el que la prensa argelina sea "una de las más libres del mundo".

A su juicio, desde la llegada al poder de Abdelaziz Buteflika en 1999, el país está viviendo un "renacimiento profundo" y ha progresado "muchísimo".

Ha confirmado que antes de que acabe febrero, su Gobierno levantará el estado de emergencia que está vigente desde hace casi dos décadas para luchar contra el terrorismo islamista radical.

Medelci no ha confirmado si esta medida permitirá a partir de ahora la celebración de protestas en Argel, después de ser abortada la convocada el pasado sábado.

Respecto a esta marcha, ha asegurado que no hubo represión, ni se registraron heridos, y que el despliegue de 30.000 policías fue para "asegurar el recorrido" y evitar problemas.

"No tenemos ganas de volver a vivir las manifestaciones tan sangrientas vividas hace una década", aseguró.

El ministro argelino ha invitado en reiteradas ocasiones a la prensa española a viajar a su país para dar a conocer su realidad y servir de estímulo a los empresarios que quieran invertir.

Además de la cooperación en el sector de los hidrocarburos, Medelci ha animado a las compañías españolas a apostar por otros sectores, como el de las energías renovables o las infraestructuras.

La entrada en funcionamiento del gasoducto Medgaz, en el que participan Iberdrola, Cepsa y Endesa, permitirá que el 45 por ciento del suministro total de gas en España proceda de Argelia en 2014.

Ambos ministros han analizado también la situación en el Sáhara Occidental, animando a Marruecos y al Frente Polisario, tradicional aliado de Argelia, a avanzar en el diálogo para buscar una solución al conflicto.

Medelci concluirá su visita a Madrid con una reunión con el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para analizar la cooperación contra Al Qaeda en países como Mauritania y Mali.