Bruselas, 31 ago.- El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha anunciado hoy que este otoño la CE presentará su propuesta para un impuesto a las transacciones financieras, como medida estrella dentro de sus programa económico para los próximos meses.
La también llamada "tasa Tobin", que Barroso quiere "explorar también en el marco del G-20", es un gravamen sobre el flujo de capitales que serviría a la Unión Europea como recurso propio de financiación tal y como ha reivindicado en varias ocasiones el pleno de la propia Eurocámara.
La propuesta de la CE se hará pública antes de la cumbre del G-20 en Cannes, Francia, el 3 y 4 de noviembre, según ha señalado el propio Barroso, quien ha añadido que "se irán conociendo detalles" las próximas semanas.
Entre las prioridades económicas de Bruselas para el trimestre también está la aplicación de las medidas para la estabilidad financiera de la Eurozona adoptadas en la cumbre extraordinaria de la zona euro del pasado 21 de julio, así como la adopción del segundo rescate a Grecia con la participación del sector privado.
Barroso ha destacado la flexibilización y el aumento de la capacidad de la llamada Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF), adoptados en esa cumbre con el fin de prevenir futuras crisis pero que todavía están siendo tramitados.
Asimismo, "para reforzar la regulación financiera" y "reparar el sector bancario", Bruselas propondrá en los próximos meses un programa marco para la resolución de bancos en quiebra e iniciativas adicionales para la mejor regulación del sector.
A propósito de Grecia, otro de los grandes temas de la agenda europea de otoño, Barroso ha señalado que "la CE está trabajando duro para que se adopte lo antes posible un nuevo programa para el país a tiempo y con la previsible participación del sector privado".
"Ha sido un verano sin descanso pero el otoño requerirá trabajo duro", ha apuntado Barroso en un mensaje televisado.
Barroso ha señalado que "las recientes turbulencias de los mercados financieros ha tenido implicaciones inevitables en la economía real".
"No existe ninguna solución mágica para acabar con la crisis, pero considero que se han tomado decisiones importantes que tendrán gran impacto", ha señalado.
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