CEOE y Cepyme han ratificado el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Inclusión sobre la reforma del sistema de cotización de los trabajadores autónomos. Pero no con unanimidad. Según ha podido saber La Información, la patronal del campo Asaja se ha abstenido en la votación. Los empresarios habían convocado una nueva reunión este jueves, coincidiendo con la comparecencia del ministro José Luis Escrivá en el Pacto de Toledo, después de que ayer no pudieran validar un texto que habían recibido a altas horas de la madrugada, sin tiempo suficiente para evaluarlo.
"CEOE y CEPYME ratifican el preacuerdo alcanzado entre los agentes sociales y el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social sobre el sistema de cotizaciones de los autónomos", han informado desde la patronal en un comunicado. De esta forma, "asumen el mandato de la Mesa del Pacto de Toledo que promueve un sistema de cotización por ingresos reales basado en los principios de sostenibilidad y suficiencia", añade el escrito difundido al término de la reunión del Comité extraordinario.
Fuentes de la organización empresarial revelan que una patronal se ha abstenido en la votación. En concreto, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja). Según las fuentes consultadas por este medio, la patronal del campo no ha querido respaldar una reforma que, a juicio de su presidente, Pedro Barato, va a dar lugar a un sistema de cotización que "genera más burocracia", según ha expresado durante la intervención en la que ha fijado su posición. Es el único líder que ha intervenido.
En estas páginas ya se había adelantado que en la reunión celebrada este miércoles, en la que estaba prevista la votación del texto que finalmente no se produjo, el presidente de Asaja ya intervino para expresar su malestar y preocupación por la situación que atraviesa el campo, particularmente en la España vaciada, la previsión de un recorte en la producción de hasta el 30% para 2023 o los incendios que están arrasando el país este verano, incluido terreno agrícola, además de reclamar un contrato específico para el sector y pedir más contundencia a la cúpula de la CEOE frente al giro a la izquierda del Gobierno en las políticas económicas.
No fueron los únicos. Durante la reunión se produjo una "exigencia de beligerancia" por parte de varias patronales territoriales y sectoriales. En concreto, Josep Sánchez Llibre, presidente de la patronal catalana Foment del Treball, fue uno de los que dio la voz de alarma, refiriéndose directamente al "giro populista bolivariano" del Gobierno. Le acompañó en la llamada a la 'guerra' contra las políticas económicas de Sánchez el presidente de la patronal madrileña CEIM, Miguel Garrido. También se sumó un peso pesado dentro de la organización empresarial nacional como es la patronal de las pymes Cepyme, que preside Gerardo Cuerva, una de las voces más duras del entorno de Garamendi.
El anuncio de la ratificación del acuerdo por parte de la CEOE y la Cepyme se ha producido después de que el Ministerio y la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) hayan acordado "los últimos flecos pendientes" del texto. "El nuevo sistema establece un periodo de transición de tres años que pretende impulsar el cambio cultural que supone el nuevo régimen, que estará plenamente en vigor en 2032. Hasta llegar a ese punto, se hará una evaluación trianual del desarrollo del sistema a través del diálogo social", añaden los empresarios en su comunicado.
Lo cierto es que la CEOE ya tenía decidido este miércoles aprobar el pacto con Escrivá, pero los empresarios optaron por apurar las horas para "marcar terreno". El ministro reunía este jueves al Pacto de Toledo para explicar la reforma y lo ha hecho con el aval de patronal, sindicatos y asociaciones de autónomos, pero desde la CEOE advierten de que "queda la parte más dura de la reforma de las pensiones y ahí vamos a dar la batalla". Cerrar acuerdos con el Gobierno en el marco del diálogo social es positivo, pero algunos de los socios de la organización empresarial afean a Garamendi que acabe cediendo en temas tan importantes como la reforma laboral que, por cierto, tampoco apoyó internamente el sector de las patronales díscolas, incluida Asaja.
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