La economía alemana se contrae por Ucrania y la debilidad de la eurozona

  • La economía alemana se contrajo un 0,2 % en el segundo trimestre, lastrada por la renqueante zona del euro y la crisis de Ucrania, lo que arroja dudas sobre la recuperación en el continente y los efectos de una guerra comercial con Rusia.

Juan Palop

Berlín, 14 ago.- La economía alemana se contrajo un 0,2 % en el segundo trimestre, lastrada por la renqueante zona del euro y la crisis de Ucrania, lo que arroja dudas sobre la recuperación en el continente y los efectos de una guerra comercial con Rusia.

Los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis) culminan varios días de advertencias sobre el enfriamiento de la mayor economía europea por parte de expertos y del propio gobierno en Berlín y un rosario de malas cifras en distintos indicadores coyunturales.

La primera contracción del PIB alemán desde el primer trimestre de 2013 (-0,4 %) coincidió con el anuncio de que Francia -la segunda mayor economía de la eurozona- sigue, por segundo trimestre consecutivo, con crecimiento cero y se produce pocos días después de que Italia -la tercera- reconociese que su economía ha entrado de nuevo en recesión.

No obstante, los expertos destacan que, frente a lo que sucede con sus vecinos, el traspiés alemán se debe fundamentalmente a factores externos, ya que los fundamentos de su economía son sólidos.

"Los riesgos geopolíticos en Europa del Este y en Oriente medio, así como la débil evolución en la eurozona han frenado provisionalmente la economía alemana", explicó el ministro de Economía, Sigmar Gabriel, en un comunicado.

En efecto, las exportaciones crecieron en menor medida que las importaciones entre abril y junio en Alemania, principalmente por la débil demanda europea, por lo que el sector exterior contribuyó de forma negativa al crecimiento, algo inusual en Alemania.

Por su parte, las inversiones -especialmente en construcción- se redujeron de forma drástica, en gran medida por el aplazamiento de decisiones empresariales debido a las incertidumbres derivadas de las tensiones geopolíticas actuales, como Ucrania -y el cruce de sanciones entre Occidente y Rusia-, Irak y Oriente Medio.

Además, el suave invierno pasado, que interrumpió menos de lo normal la actividad en este sector entre enero y marzo, afecta a la comparación trimestral, justificó Gabriel.

Destatis, que ha empleado por primera vez el nuevo método de contabilidad europeo, añadió que el consumo de familias, empresas y el sector público avanzó ligeramente en comparación con el primer trimestre del ejercicio, aunque sin lograr consolidarse como alternativa.

En comparación con el segundo trimestre de 2013, la economía alemana creció a precios constantes entre marzo y junio un 0,8 %, y un 1,2 % si se elimina el efecto calendario.

El Ministerio de Economía alemán reconoció este martes que la economía nacional se había frenado en el segundo trimestre, a causa principalmente de elementos externos como "la débil evolución de la eurozona" y la "la inseguridad derivada de los acontecimientos geopolíticos".

Sin embargo, subrayaba que la "positiva tendencia" de base de la mayor economía europea "sigue estando intacta", que el mercado de trabajo se mantiene "estable", que los ingresos "suben" y la tendencia de consumo "continúa alta".

Varios indicadores macroeconómicos habían arrojado ya dudas sobre la evolución de Alemania.

El índice de confianza empresarial del instituto Ifo, un indicador de referencia, encadenó en julio tres meses a la baja y el índice de confianza del inversor que elabora el ZEW bajó en agosto por octavo mes consecutivo.

Asimismo, la cartera de pedidos lleva dos meses de contracciones y la producción industrial apenas repuntó en junio tras tres meses consecutivos de caídas.

El índice de precios al consumo (IPC), por su parte, marcó en julio se menor valor desde febrero de 2010, al elevarse un 0,8 % en comparación con el mismo mes del ejercicio anterior.

Pese a esta sucesión de reveses, los principales institutos económicos, el Gobierno en Berlín y la Comisión Europea (CE) mantienen sus previsiones de crecimiento para la economía alemana este año entre el 1,8 y el 2,0 %.

A este respecto, el presidente de la patronal alemana, Ingo Kramer, reconoció esta semana que la economía nacional "puede verse afectada por condicionantes externos" y confió en que se mantengan las pronósticos para este ejercicio, pero dudó de que se puedan cumplir los del próximo, por encima del 2,0 %.

El índice selectivo DAX 30 de la bolsa de Fráncfort cedía terreno levemente a mediodía y la rentabilidad de la deuda alemana a diez años cayó, por primera vez, por debajo del 1 %.

Mostrar comentarios