El principal indicador de la bolsa española ha arrancado la sesión con descensos del 2,8% y por debajo de los 8.000 puntos, después de que la Reserva Federal americana anunciara ayer nuevas medidas para estimular la economía y de que Grecia presentara su nuevo tijeretazo. Pasadas las once, los recortes superaban el 4% en un claro clima de pesimismo que aún continúa a media sesión.
Y es que parece que a los inversores no les ha convencido el plan diseñado por el equipo de Ben Bernanke: Wall Street cerró anoche con una caída del 2,5%, mientras que, esta mañana, el Nikkei japonés ha bajado un 2,1%.
En Europa, también se ha instalado el pesimismo y las principales plazas avanzan con caídas muy similares a las del selectivo español. El Cac francés pierde un 4,4%, mientras que el MIB italiano cede un 3,1%, el Dax alemán un 3,8%, el Ftse británico un 4,3% y el PSI portugués un 3,2%.
Esta tendencia bajista viene de la mano de lo poco convincentes que han sido para el mercado las últimas medidas adoptadas por Grecia y Estados Unidos.
En el caso heleno, el Gobierno presentó ayer un nuevo tijeretazo que afectará a funcionarios y pensiones, y también al impuesto sobre la vivienda y a la base imponible de los trabajadores. Todo ello con el fin de conseguir que la troika (formada por la UE, el BCE y el FMI) le conceda el siguiente tramo de su rescate (8.000 millones de euros).
Tampoco ha gustado el plan de la Fed. Anoche, el banco central americano anunció un canje de 400.000 millones de dólares en bonos del Tesoro, lo que se conoce como 'operación Twist'.
La institución presidida por Ben Bernanke va a vender esa cantidad de dinero en bonos a corto plazo y, lo va a reinvertir en bonos a largo plazo, para poder empujar a la baja los tipos de interés. Y, así, dar estabilidad y permitir que el Tesoro se financie más barato y reducir la presión sobre el mercado hipotecario, referenciado al tipo de interés a largo plazo.
Sin embargo, los expertos creen que esta medida llega tarde. "Es hora de permitir que la economía se cure por sí misma, lo que implica hacer las cosas a la vieja usanza. En otras palabras, necesitamos reconstruir reservas de capital, lo que a su vez implicará que se fomente el ahorro y no lo contrario. Por desgracia, no hay muchas esperanzas de que Bernanke escuche nuestro consejo, así que preparémonos para otro programa de la Fed y esperemos que sea solamente inútil, pero que no resulte directamente dañino", explica Mads Koefoed, estratega macroeconómico de Saxo Bank.
No obstante, y a pesar de estos dos anuncios, las tensiones en el mercado continúan. Incluso en el de deuda. De hecho, la prima de riesgo de España repunta y rompe los 370 puntos básicos, y marca máximos desde el 5 de agosto.
Esto se debe a que la rentabilidad del bono nacional a diez años sube al 5,41% al inicio de la jornada frente a los 5,38% de ayer, en tanto que el bono alemán ofrece un rendimiento del 1,70% frente al 1,77% previo para atraer a los inversores.
Mientras, en el mercado de divisas, el euro pierde posiciones frente al dólar y se intercambia a 1,3565 dólares, frente a los 1,3688 de la jornada anterior.
Y es que, además de que los planes económicos no han gustado, no hay que olvidar que el FMI ha dado dos pronósticos muy negativos en los últimos dos días: ha confirmado la ralentización económica mundial en 2011 y 2012, y ha cifrado en 300.000 millones de euros el impacto de la crisis de deuda en la banca europea.
De vuelta al Ibex, todos los valores avanzan en negativo, aunque destacan los descensos de Sacyr (-5%), ArcelorMittal (-6%), Gamesa (-5,8%), y los grandes valores: Banco Santander (-5%), BBVA (-4,7%), Telefónica (-4,3%), Repsol e Iberdrola (-4,1%), e Inditex (-3,4%).
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