El 'Gran Debate' se acerca. Tan solo quedan tres días para que el Congreso acoja el vigésimo quinto debate del estado de la nación. Un pleno que tendrá por primera vez al líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, sentado en el banco carmesí que en su día ocupó Pablo Casado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sabe que el líder gallego le está comiendo el terreno por el lado económico, con un plan fiscal que ha calado en la opinión pública española, seduciendo a empresarios e incluso a figuras relevantes de su propio partido. Un escenario que ha obligado al presidente a desplegar esta semana previa al debate una agenda económica con múltiples encuentros que posibiliten reforzar su figura para llegar armado al penúltimo envite del curso.
Sánchez vuelve a activar el debate del estado de la nación después de siete años (el último fue en 2015, con el expresidente Mariano Rajoy). Será, por lo tanto, su primero tras cuatro años al frente del Ejecutivo. Unas fechas -13, 14 y 15 de julio- elegidas que no han pasado desapercibidas por el principal partido de la oposición (PP), que ha denunciado el interés perverso de Sánchez por 'esconder' el debate durante el verano para limitar la difusión de los mensajes. El Ejecutivo llegará la semana que viene en medio de un contexto complejo: la inflación supera el 10%, Europa amenaza con una posible recesión a medio plazo y el descenso del paro, publicado hace unos días, ha sido el más bajo de la última década.
Así, Sánchez comenzó la semana manteniendo un encuentro con el Premio Nobel de Economía en el año 2019, Abhijit Banerjee, durante unas jornadas que preparó el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Allí, el presidente quiso hacer balance de sus políticas económicas frente al Nobel, haciendo énfasis en una de ellas. "Siempre he identificado el ingreso mínimo vital como una política innovadora. En muchas ocasiones se dice que la administración pública no genera innovación... pues el ingreso mínimo vital es una política innovadora y, además, una política para los jóvenes".
Además, Sánchez no desaprovechó el momento para recordar una medida aprobada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que busca ampliar el régimen de becas a las rentas mayores de 100.000 euros. Un comentario con el que buscó recordar a la audiencia las medidas económicas del PP para situar a su partido como el dique de contención de las políticas liberales. "Eso es retorcer el propio significado de la política pública y de impulso a las políticas de igualdad", apuntó.
Dos días después -el miércoles-, Sánchez recibió en La Moncloa al presidente mundial de la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC), Bob Moritz. Durante su reunión, trató de describirle un paisaje optimista realzando "la fortaleza de la economía española pese a la situación de incertidumbre" y "la evolución positiva del empleo". Por otro lado, le enumeró las medidas llevadas a cabo por su ejecutivo. "Tenemos un Plan de Recuperación, que fortalece la transición verde y la transformación digital, y una primera ley de 'startups', que incentiva al emprendedor. Además, tenemos proyectos estratégicos relacionados con los chips y el vehículo eléctrico".
Ese mismo día, viajó a Ginebra (Suiza) para citarse con la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC),Ngozi Okonjo-Iweala. Con ella trató el enorme riesgo para la seguridad alimentaria global derivado de la guerra en Ucrania, donde recalcó que nuestro país "lidera una iniciativa para traer hasta 8.000 toneladas de grano y cereal de Ucrania, para almacenarlas en los puertos españoles del Mediterráneo y trasladarlas luego a los países del Magreb". Otros de los asuntos de los que se habló fueron los subsidios a la pesca, la extensión de la moratoria a los aranceles para el comercio electrónico y la flexibilización de las patentes para las vacunas de la Covid-19.
Una semana muy cargada para frenar la agenda económica con la que el líder gallego le aventaja. Así, Feijóo ha aprovechado estas dos semanas previas al debate para reunirse con el empresariado catalán y vasco. Lo que ha convertido al gallego en un hueso duro de roer, sobre todo, y para más inri, por su perfil moderado. Además, estos últimos días ha vuelto a tender su mano para acordar pactos económicos con una propuesta fiscal que Sánchez aún no ha sabido darle respuesta, pero que ha sido, según afirman los populares, la fuente con la que se ha inspirado Moncloa para combatir la subida de los precios.
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