La mitad de los ayuntamientos, casi sin margen para subir los impuestos

  • El Gobierno acaba de aprobar la creación de un techo de gasto para los ayuntamientos, pero la verdad es que la mitad de las capitales de provincia españolas ya ha alcanzado su particular límite en la recaudación fiscal y se han quedado casi sin margen para subir sus impuestos.
Álex Medina R.

Bombillas fundidas, baches en medio de la calzada, pasos de peatones descoloridos, fiestas patronales pobretonas... La posible lista de quejas municipales es muy extensa y la capacidad de los ayuntamientos para hacerles frente se acorta a toda velocidad. Por no quedarles, casi no les queda margen ni para subir impuestos.  

Prácticamente, la mitad de los consistorios de las 50 capitales de provincia (más las dos ciudades autónomas) están a punto de agotar sus posibilidades de incrementar sus ingresos gracias a los tributos. Y eso, pese a que la Ley de Haciendas Locales de 2004 establecía rangos muy generosos a la hora de decidir las cuotas.

A este agotamiento tributario se le suma ahora la última medida adoptada por el Gobierno central, por la que se establecerá un techo de gasto a las administraciones locales del 3,2% anual. Nadie podrá presupuestar por encima.

Mientras tanto, la crisis (o la pura necesidad) está siendo implacable. Según el Ranking Tributario que elabora cada año el Ayuntamiento de Madrid, una veintena de capitales provinciales alcanzó el máximo permitido por ley en la tarifa del Impuesto de Bienes Inmuebles (la contribución de toda la vida).

El IBI no es cualquier cosa. Le da a los ayuntamientos el 17% de sus ingresos totales y casi el 60% de su recaudación vía impuestos, según el último informe del Ministerio sobre Haciendas Locales.

O sea, el IBI es el principal instrumento de gestión de cada consistorio, su arma económica más importante. Pues bien: 20 capitales ya no pueden elevarlo más(ver gráfico adjunto) mientras que no actualicen su Catastro.

Entre ellas están grandes municipios como Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Las Palmas o San Sebastián. Como los datos son de 2010 no se incluye el último aumento aprobado por el Ayuntamiento de Madrid, que estará más cerca del límite toda vez que ya el año pasado estiraba sus tarifas al 95,22%.

Sin llegar al tope, y si el corte se situase en los municipios que superan el 75% de aplicación del IBI, el número de capitales cerca del máximo se extiende a 34. El lado opuesto, es decir las que menos exigen a sus contribuyentes por sus viviendas son Bilbao, Vitoria y Ceuta, con porcentajes en torno al 20%.

Del coche a la obra: el negocio de la vivienda

Tras la contribución de toda la vida, el siguiente tributo que más ingresos genera para las arcas municipales es el Impuesto de Vehículos. Aquí la exigencia generalizada es menor que con el IBI aunque también las cuotas a cobrar son inferiores en cuantía.

En resumen, sólo tres capitales han tocado el máximo que les permite la normativa: Castellón, Huesca y Palma de Mallorca. El volumen crece al situar la frontera en el 75%, puesto que serían 29 las capitales provinciales que rebasan ese porcentaje.

La ciudad condal, Sevilla, Málaga o San Sebastián repiten en los primeros puestos, a los que se suma Bilbao, que era de las más amables con el IBI. En cambio, Ceuta y Melilla aplican bonificaciones del 50% en sus tarifas, con lo que son las más bajas del país.

Con el resto de impuestos vuelven a multiplicarse los ayuntamientos que apuran el límite legal. En el de Construcciones, por ejemplo, son 27 las grandes ciudades que exigen el 100% de lo permitido, mientras que en la denominada plusvalia el grupo de lo forman otras 20 localidades.

El quinto tributo local es el Impuesto de Actividades Económicas, que aporta el 8,9% de la recaudación fiscal de los ayuntamientos, pero que sólo afecta a los grandes negocios a la hora de su cobro. Fue el Gobierno de Aznar el que estableció que sólo lo pagasen aquellas empresas que registren un importe neto de la cifra de negocios igual o superior al millón de euros.

Este impuesto es el único que no ha sido exigido del todo por ninguna capital, quizá porque también se usa como atractivo inversor. Pamplona (90%), Almería (86,7%) y Cádiz (82%) son los que más lo han encarecido.

Como último detalle se podrían destacar aquellas capitales que suman más tributos al 100%. En total, hay ocho que han consumido sus opciones en tres de los impuestos locales: Cádiz, Castellón, Huelva, León, Málaga, Murcia, Palma y Sevilla. La mayoría estira el IBI, Construcciones y Plusvalía, con excepciones como el municipio balear, que prefiere apretar las tuercas en el de Vehículos.

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