La OCDE reduce sus perspectivas económicas en 2011 sobre todo por EEUU

  • París.- La OCDE revisó hoy ligeramente al alza sus perspectivas de crecimiento para este año, pero redujo las de 2011 a causa sobre todo de Estados Unidos, y advirtió contra el riesgo de acciones unilaterales que plantean la amenaza de una deriva proteccionista.

La cotización del yuan es un obstáculo para un crecimiento global sostenible
La cotización del yuan es un obstáculo para un crecimiento global sostenible

París.- La OCDE revisó hoy ligeramente al alza sus perspectivas de crecimiento para este año, pero redujo las de 2011 a causa sobre todo de Estados Unidos, y advirtió contra el riesgo de acciones unilaterales que plantean la amenaza de una deriva proteccionista.

En su informe semestral de Perspectivas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló que los países emergentes van a seguir tirando de la economía global, que después de crecer un 4,6% este año, debería progresar al 4,2% en 2011 y al 4,6% en 2002.

En el conjunto de los 33 miembros del conocido como el "Club de los países desarrollados", la subida del Producto Interior Bruto (PIB) será mucho más limitada, del 2,8% este ejercicio (una décima más de lo proyectado en mayo), del 2,3% en 2011 (cinco décimas menos) y del 2,8% en 2012.

La zona del euro sigue estando en el furgón de cola de la recuperación dentro de la organización, aunque las diferencias se reducen, gracias a un PIB que subirá un 1,7% en 2010 (lo que supone una revisión al alza de cinco décimas), otro 1,7% el año próximo (una décima más) y un 2% en 2012.

En el interior de la zona del euro están tres de los cuatro Estados que este año continuarán con una evolución negativa: Grecia (-3,9%), Irlanda (-0,3%) y España (-0,2%). El cuarto será Islandia (-3,6%). En 2011 su número se habrá reducido a dos, Grecia (-2,7%) y Portugal (-0,2%), aunque también se quedará por debajo de una progresión del 1% España (+0,9%).

Los autores del informe han tenido que corregir a la baja de forma significativa el optimismo que habían mostrado para Estados Unidos en mayo, al dejar ahora el alza de su PIB en el 2,7% este año (cinco décimas menos) y en el 2,2% en 2011 (1,1 puntos menos). El ritmo de progresión debería recuperarse en 2012, con el 3,1%.

En Japón la situación es muy desigual, ya que tras el ascenso del 3,7% que se espera este ejercicio (siete décimas más que lo anunciado en el anterior informe), en 2011 habrá que conformarse con un 1,7% (tres décimas menos) y en 2012 con un 1,3%.

En este contexto, la tasa de paro en el conjunto de la OCDE, que llega este año a un pico del 8,3% de la población activa, se va a reducir muy moderadamente al 8,1% en 2011 y en 2012 al 7,5%, niveles muy superiores al 5,5% que se había constatado antes del estallido de la crisis en 2007.

Los autores del estudio advirtieron de que hay "riesgos significativos" de que el comportamiento final de la economía en el mundo desarrollado sea peor que el que describe, sobre todo por la continuación del hundimiento de los precios de la vivienda en Estados Unidos y el Reino Unido, el alto nivel de deuda en ciertos países y posibles incrementos abruptos del interés que pagan.

El economista jefe de la organización, Pier Carlo Padoan, también puso el acento en la amenaza que suponen las acciones unilaterales que han puesto en marcha ciertos países para hacer frente a los efectos de flujos de capitales que afectan por ejemplo a la cotización de sus monedas.

Todo eso puede llevar -avisa Padoan- a "movimientos proteccionistas" y por eso hay que aplicar una combinación de políticas macroeconómicas, de tipo de cambio y estructurales que estén coordinadas y que contribuyan al ajuste fiscal y al reequilibrio de los desequilibrios financieros internacionales.

Ante el alto nivel de déficit público y de deuda en la mayoría de los miembros de la OCDE, los países deben apretarse el cinturón ya para evitar que se materialicen los riesgos a la baja, y eso pese a que los beneficios del ajuste fiscal sólo se logran a medio plazo, y aunque a corto plazo disminuye el crecimiento de la demanda agregada.

El economista jefe aboga por desplazar en parte la carga fiscal de las empresas y el trabajo a otros impuestos que graven el consumo y la propiedad y a otros factores externos como la contaminación generada por los gases de efecto invernadero.

Otra de las recomendaciones es acelerar las reformas estructurales, que se han visto ralentizadas durante la crisis, y de forma particular hacerlo con carácter "urgente" en el caso del mercado de trabajo para evitar que un creciente número de parados se conviertan en desempleados de larga duración.

Para ilustrar las nefastas implicaciones macroeconómicas del desempleo, Padoan señala que una reducción del paro en un punto porcentual permite reducir el déficit público en un 0,8% del PIB.

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