La plantilla acepta negociar bajas y jubilaciones para poder reabrir Sniace

Torrelavega (Cantabria), 28 jul.- Los trabajadores de Sniace han aprobado casi unánimemente -con una abstención y ningún voto en contra- seguir negociando con la empresa un acuerdo laboral basado en la última propuesta presentada al comité, que incluye una treintena de bajas incentivadas y jubilaciones a partir de 58 años.

La decisión ha sido adoptada en un asamblea en la que un asesor laboral ha explicado los pormenores de la propuesta social de Sniace a los trabajadores despedidos de la planta de Torrelavega (Cantabria).

Los representantes sindicales han comunicado ya a la dirección de Sniace la decisión de la plantilla para que se la traslade a la administración concursal.

Durante la asamblea, el secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, ha anunciado que, si la propuesta empresarial obtiene el visto bueno de los administradores, se iniciará un proceso de negociación para "concretar los detalles" del acuerdo que deberán entregar en los próximos días a la Audiencia Nacional.

Entre los aspectos que se deben concretar, Pérez Portilla ha señalado el importe de la indemnización, cuántos trabajadores se acogen a las jubilaciones o cuántos no volverán a trabajar a la fábrica, para lo cual el comité se reunirá en los próximos días con los diferentes colectivos de trabajadores afectados.

La primera reunión será con aquellos trabajadores susceptibles de acogerse a las jubilaciones para conocer sus intenciones y poder determinar el número de ellos que optan por este sistema o si prefieren hacerlo a través de rescisiones voluntarias de empleo.

Además ha señalado que la plantilla está citada para mañana a las 09.00 horas en la fábrica para organizar la elaboración de unas encuestas que determinen el número de trabajadores que quieren la indemnización y los que querrían volver a trabajar en la fábrica.

La propuesta de Sniace pretende reducir el coste de las jubilaciones de 6 a 4 millones de euros mediante diversas medidas para alcanzar una plantilla cercana a las 320 personas con la que reabrir las distintas fábricas.

La empresa propone adelantar la edad de salida de la empresa a los 58 años, un recorte de la cuantía de las jubilaciones del 85 % al 80 % del salario, la reducción de la edad para acogerse al plan de pensiones y la renuncia a la revalorización automática de sus salarios para de quienes salgan de la empresa.

Además, el plan incluye aspectos como la posibilidad de aplicar 30 bajas incentivadas en la plantilla o que alguno de los trabajadores que en la actualidad tienen 62 y 63 años no se acojan al plan de pensiones y pueden salir de la plantilla mediante rescisiones voluntarias de contrato.

Con estos ajustes la empresa calcula que podría rebajar de entre 2 y 3 millones los costes sociales que debe abonar a sus trabajadores y a la Seguridad Social para reducir plantilla, lo que dejaría el montante global de puesta en marcha de las fábricas entre 10 y 12 millones.