La revisión del Boeing 787 implicará tanto diseño como proceso de producción

  • La revisión que el Gobierno de EE.UU. realizará del modelo de avión 787 de Boeing tras los incidentes registrados los últimos días supondrá una "inspección a fondo" tanto del diseño de la aeronave como de los procesos de producción, según indicó hoy el secretario de Transporte estadounidense, Ray LaHood.

Washington, 11 ene.- La revisión que el Gobierno de EE.UU. realizará del modelo de avión 787 de Boeing tras los incidentes registrados los últimos días supondrá una "inspección a fondo" tanto del diseño de la aeronave como de los procesos de producción, según indicó hoy el secretario de Transporte estadounidense, Ray LaHood.

En una rueda de prensa junto al director de la Dirección de Aeronáutica Civil (FAA por su sigla en inglés), Michael Huerta, y el presidente de la división de aviones comerciales de Boeing, Ray Conner, LaHood indicó que se hará "todo lo necesario" para que los problemas en el Dreamline 787 no se vuelvan a producir.

"La seguridad es nuestra prioridad, por lo que asumimos esta responsabilidad como la más seria", indicó el secretario de Transporte.

Pese a las investigaciones anunciadas, tanto LaHood como el director de la FAA señalaron que mantienen "su confianza" en el 787, y el propio LaHood aseguró que él "no tendría ninguna reserva" para volar en un avión de este modelo.

La intervención del Gobierno estadounidense se produce después de que el lunes, una batería de litio de un 787 de Japan Airlines que se encontraba parado en el aeropuerto de Boston (EE.UU.) sin nadie a bordo se incendió, mientras que al día siguiente, el vuelo de otro 787 fue retrasado al encontrársele una fuga de combustible.

El miércoles, la aerolínea japonesa All Nippon Airways (Japón ha sido el mayor comprador de aviones de este modelo) canceló un vuelo doméstico de otro Boeing 787 a causa de "problemas con los frenos", según la propia empresa.

Finalmente, hoy un avión 787 operado por Japan Airlines registró rajaduras en la ventanilla de la cabina de pilotos y otro mostró un escape de aceite. Ambos aviones completaron sus vuelos sin más problemas.

"Nos pondremos a disposición del Gobierno para esta revisión", señaló el presidente de la división de aviones comerciales de Boeing, quien rechazó que los incidentes registrados pudieran deberse a "prisas en la producción" o fueran derivados de la subcontratación.

"Todos los nuevos aviones comerciales presentan, al principio, problemas similares", explicó Conner, para expresar después su "confianza" en que las inspecciones del Gobierno deriven en mejoras para un modelo de avión sobre el que, actualmente, "no existe ninguna razón para pensar que no es seguro", añadió.

Por su parte, desde la FAA -que se encargará de llevar a cabo las inspecciones-, Huerta explicó que un grupo de expertos "evaluarán todos los sistemas críticos" que se hayan detectado en el avión.

"Es una nueva aeronave con muchas innovaciones y muy avanzado tecnológicamente. Por ello, desde el primer día trabajamos al lado de Boeing para asegurarnos que era seguro y seguimos creyendo que lo es", matizó Huertas.

"Se pondrá el énfasis en los sistemas eléctricos del avión, así como en los procesos de interacción entre estos sistemas y los mecánicos", explicó el director de la FAA, quien garantizó una revisión "amplia y en profundidad".

Ayer, las dos principales compañías aéreas niponas, Japan Airlines (JAL) y All Nippon Airways (ANA), también iniciaron inspecciones en sus respectivas flotas de Boeing 787.

Boeing, con sede en Chicago (Illinois), entregó el primer modelo de 787 Dreamliner hace 15 meses a una aerolínea japonesa y, actualmente, ocho compañías distintas (entre las que se incluye la estadounidense United Airlines), se reparten hasta una cincuentena de estos aviones.

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