La sonda rosetta alcanza el cometa 67-p para estudiar la formación del sistema solar o la procedencia del agua

La sonda cazacometas Rosetta alcanzó hoy a las 11:30 la órbita del cometa 67-P, al que acompañará en su proceso de desarrollo y sobre el que posará un modulo robótico para estudiar su composición.
Con esto, de acuerdo con la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Luisa María Lara, se podría avanzar en cuestiones como “la formación del sistema solar, la procedencia del agua terrestre e incluso el aporte de moléculas prebióticas a nuestro planeta”.
Para tratar de alcanzar estas respuestas, Rosetta recorrió casi 6.400 millones de kilómetros a través del sistema solar durante 10 años y pasará el próximo año y medio con el cometa 67-P. Para poder entrar en la órbita del cometa esta sonda debió alcanzar una velocidad de 55.000 kilómetros por hora y describir tres arcos a su alrededor de 100 kilómetros y otros tres de 50.
La misión Rosetta es para los científicos planetarios un viaje a los inicios del sistema solar; pues de acuerdo, Airbus Defense and Space, la empresa que desarrolló el cometa, asegura que los cometas no han cambiado desde su formación hace unos 4.600 millones de años, por ello estos cuerpos celestes son en “archivos congelados que los científicos ahora pretenden descifrar”.
Para acceder a estos archivos el Rosetta “tendrá que soportar un frío extremo de -270 grados Celsius y lidiar con la oscuridad que supone solo un 4% de luz solar, al que llegará cuando alcance los 800 millones de kilómetros del sol”, de acuerdo con Airbus Defense and Space.
Desde el CSIC recuerda que Rosetta es una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) con participación de sus países miembros y de la NASA. Y es que el Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC participó en dos de los 11 instrumentos que forman la dotación científica de la nave y que han permitido investigar este cometa, que ya se sabe que tiene forma de patito de goma, y cuyas respuestas aún son un interrogante.