La UE avanza hacia un acuerdo anticrisis que quiere cerrar el miércoles

  • La Unión Europea avanza lentamente hacia un acuerdo anticrisis, que se espera reúna las medidas suficientes para sacar a la eurozona de sus graves problemas y que los líderes europeos quieren cerrar en su reunión del próximo miércoles.

Bruselas, 23 oct.- La Unión Europea avanza lentamente hacia un acuerdo anticrisis, que se espera reúna las medidas suficientes para sacar a la eurozona de sus graves problemas y que los líderes europeos quieren cerrar en su reunión del próximo miércoles.

La canciller alemana, Angela Merkel, venía advirtiendo en la antesala de las cumbres de la UE y de la eurozona que no se podía esperar un acuerdo este domingo y hoy ha vuelto a insistir en que no habrá un resultado hasta dentro de tres días.

Hasta el momento, no se ha logrado cerrar por completo ningún "instrumento" del gran plan anticrisis, salvo dos de la hoja de ruta del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, referidos a la creación de una gobernanza integrada y a la aceleración de las políticas de estabilidad y crecimiento.

"Confiamos en lograr un acuerdo el miércoles", afirmó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término de la cumbre de los Veintisiete, a la que siguió una de los 17 países que comparten la moneda única.

Para conseguir este objetivo, se ha convocado para el miércoles tres reuniones: primero una de los ministros de Finanzas de los Veintisiete, después un Consejo Europeo y por último una cumbre de líderes de la eurozona.

Los mandatarios no quieren anunciar los acuerdos que vayan cerrando por etapas porque consideran que todos los puntos del plan están conectados.

Algunos países que no forman parte del euro, como Suecia, República Checa y Reino Unido, han pedido participar en las discusiones sobre el euro cuando les afecte y por eso Van Rompuy pretende mantener el formato de dos cumbres en un día, primero un Consejo y luego una reunión de los 17.

En las conclusiones del Consejo de hoy, los líderes han acordado nombrar a un presidente de las cumbres de la eurozona, en la persona de Van Rompuy, para asegurar que la Comisión Europea sirva de "garante" y de enlace entre los 17 y los 27.

En cualquier caso, hasta el miércoles queda trabajo por hacer. La segunda ronda de recapitalización de la gran banca europea está casi cerrada, porque ya hay un consenso sobre el ratio de capital de máxima calidad -un 9 %- y el importe que supondrá -algo más de 100.000 millones de euros-.

Pero quedan abiertos dos importantes "instrumentos" del pacto global anticrisis: el reforzamiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y la aprobación de un nuevo segundo rescate para Grecia, con una mayor condonación de la deuda por parte de los acreedores y, según el caso, más ayudas de la UE y del FMI.

El presidente del Comité Económico y Financiero, Vittorio Grilli, negocia una mayor participación de la banca, que oscila entre el 50 y el 60 %, muy superior al 21 % acordado el 21 de julio.

Donde sí han avanzado los líderes europeos es en la configuración del modelo que se empleará para reforzar la capacidad de intervención del FEEF, explicó Sarkozy, mientras que Merkel confirmó que ya hay solo dos opciones sobre la mesa y que "ninguno implica al Banco Central Europeo", porque los tratados lo impiden.

"Se dibuja un acuerdo amplio", indicó Sarkozy: "El BCE es independiente y Francia respeta eso tanto como Alemania", recalcó, confirmando así que su Gobierno ha renunciado a la opción de conceder al FEEF una licencia bancaria para que tuviera acceso ilimitado a los recursos del Banco.

Uno de los modelos prevé que el fondo temporal de rescate avale parte de las emisiones de deuda de Italia y de España, pero combinando esta opción con la creación de un denominado Vehículo de Propósitos Especiales (dentro del FEF o con la implicación del FMI) para atraer inversiones de China y otros países.

Italia y España podrían beneficiarse de esos modelos, pero hoy ha quedado claro que la UE no ve a los dos países con los mismos ojos.

Sarkozy afirmó que España ya no se encuentra en primera línea de la crisis gracias a los "enormes esfuerzos" del Gobierno y el "sentido de la responsabilidad" del líder del PP, Mariano Rajoy.

Frente a este halago, Merkel, Sarkozy y Van Rompuy han leído la cartilla al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, al pedirle que adopte "nuevas medidas" de ajuste y ponga en marcha las ya aprobadas para poder restaurar la confianza en los mercados.

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