La UE, dividida sobre la reforma pesquera ante la crisis de los caladeros

Luxemburgo.- Los países de la Unión Europea (UE) mostraron hoy su división sobre la reforma de la Política Pesquera Comunitaria (PPC), en aspectos como el futuro de las cuotas o las ayudas al desguace, mientras que la Comisión Europea (CE) presentó un panorama apocalíptico sobre el porvenir de los caladeros.

Los titulares de Agricultura y Pesca comunitarios discutieron sobre la revisión de la PPC, en el último Consejo de ministros que se celebra bajo la presidencia española de turno de la UE.

Durante el debate, la comisaria europea de Pesca, María Damanaki, alertó de la situación crítica de los caladeros y manifestó que si no hay un cambio de rumbo, en 12 años (en 2022) sólo gozarán de buenas condiciones 8 de las 136 especies pescadas por la flota europea, mientras que un 30% estarán en riesgo de extinción.

Por otro lado, Damanaki señaló que en 1990 había 300.000 personas que trabajaban en el sector pesquero en la UE, mientras que en la actualidad se ha perdido el 60% de esos los empleos.

La discusión estuvo ligada a otro debate sobre la orientación de las cuotas pesqueras para 2011 y en este sentido, la ministra del Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa -que presidió el Consejo- abogó por la recuperación de los caladeros, el respeto ambiental y por considerar el impacto socio-económico en las flotas.

España y una mayoría de estados piensa que cualquier recorte de capturas debe estar basado en informes científicos.

Pero entre los países hay discrepancias sobre la dirección que debe tomar la PPC, si bien la reforma no va a empezar a negociarse por lo menos hasta 2011 ó 2012.

Francia, Alemania y Polonia presentaron una declaración para solicitar que continúe el sistema de Totales Admisibles y Capturas (TAC) y cuotas que ahora regula la pesca, pues no quieren otros regímenes como el del "esfuerzo pesquero" -que por ejemplo se podría medir según los días en el mar o la potencia del barco-; Irlanda apoyó este grupo.

Por su parte, España manifestó varias veces desde que empezaron los debates acerca de la reforma que sería conveniente pensar en otros mecanismos más adaptados a la situación de las flotas.

Otra cuestión es la idea de transferir los derechos de pesca entre los países, que apoyaron Dinamarca, Suecia y el Reino Unido; Francia, Alemania y Polonia estuvieron en contra de ese traspaso.

Asimismo, al hablar de reducir el exceso de pesca se planteó la reestructuración de las flotas, pero la comisaria estuvo en contra de otorgar más ayudas al desguace, al igual que Italia.

Espinosa manifestó, por su parte, que por ahora ese tipo de apoyos es el único válido para los navíos dedicados a especies en mala situación y que no pueden ir a otros caladeros; Francia mantuvo una posición similar a la española en esta línea, al igual que Chipre y Lituania.

Por otro lado, hubo consenso entre los Veintisiete acerca de la conveniencia de descentralizar las decisiones en materia pesquera y de dar más poder de decisión a los países y a las regiones.

Los países, excepto Holanda, abogaron por permitir un trato especial a la pesca artesanal y de bajura.

La reforma está en una fase muy preliminar y el próximo debate será en noviembre, ya con Bélgica como presidencia de turno de la UE, explicó Espinosa.

Bruselas presentará sus propuestas legales acerca de la política pesquera en 2011 para que sea negociada por los ministros de la UE y por el Parlamento Europeo (PE) en 2012.

El director de Pesca de la Generalitat de Cataluña, Martí Sans, asistió al Consejo en nombre de las comunidades autónomas.