Atravesará una decena de países

La UE y Rabat estudian cómo financiar el gasoducto que unirá Nigeria y España

La directora general de la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minerales del reino aluita asegura que está en conversaciones con Europa, mientras que la CE afirma que Nigera tiene potencial para contribuir más. 

von der leyen
La UE y Marruecos negocian financiar el gasoducto que unirá Nigeria con España.
DPA vía Europa Press

El tablero geopolítico sigue agitándose cada mes al únisono de lo que marca el gas. El escenario es complejo, sobre todo para Europa, que ya contempla como una evidencia el hipotético corte de gas ruso. Una situación que les ha empujado a rastrear nuevas fuentes de suministro. Así, la directora general de la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minerales de Marruecos, Amina Benkhadra, aseguró en una entrevista para un medio francófobo del reino alauita que su país "está en conversaciones con Europa para garantizar la financiación del gasoducto Nigeria-Marruecos". Una espontánea declaración que en Bruselas confirman a este periódico con mayor cautela. "Estamos explorando las opciones para aumentar las importaciones de GNL de Nigeria. Este país ya es el cuarto mayor exportador a la UE, pero tiene potencial para contribuir aún más".

Bruselas atisba en los yacimientos nigerianos una oportunidad que llena de esperanza a los territorios europeos, por la posibilidad real de huir del yugo de Putin. Un socio -Nigeria- fiable para el Viejo Continente por su capacidad de exportar el hidrocarburo en estado líquido en estos últimos años. Además, las relaciones entre este territorio, considerado como un aliado, y la UE se han ido fortaleciendo con el paso del tiempo. 

Este proyecto no es ninguna novedad en los despachos de Bruselas. Desde finales de 2021, compañías internacionales, diversos gobiernos africanos y organismos relevantes han estado zarandeando la posibilidad de que el gasoducto que una Nigeria con España (a través de Marruecos) sea una realidad. Un plan que, de materializarse, atravesará por mar una decena de países africanos (Benin, Togo, Ghana, Costa de Marfil, Liberia, Sierra Leona, Guinea Conakri, Guinea-Bissau, Gambia, Senegal, Mauritania, la costa del Sáhara Occidental y, por último, Marruecos). Quizá, el largo recorrido y la extensa lista de países que había que poner de acuerdo fue lo que incitó a Argel a entrometerse en la propuesta de Rabat y ofrecer a Abuja un gasoducto paralelo desde su país hasta Argelia atravesando un único territorio. Una oferta que fracasó por la desconfianza que suscitaba hacer cruzar el gas por el inestable Sahel.

"El nuevo gasoducto lo están construyendo por la costa oeste para evitar el conflicto que hay por Niger (al norte de Nigeria)", sostiene Anthony, un antiguo trabajador de WAPCo (la compañía que explota el gasoducto WAGP, un tubo que suministra gas desde Nigeria hasta Ghana, pasando por Togo y Benin). "Mis colegas que aún trabajan allí están especulando sobre si el 'gran tubo' que llegará a Europa desde Nigeria va a ser a partir del construido o a través de uno nuevo", sentencia. 

mohammed
La UE y Marruecos negocian financiar el gasoducto que unirá Nigeria con España.

Europa Press

Pero aunque este proyecto ya era una vieja aspiración desde hacía varios años, tuvo una fecha clave para que fuese una realidad hace relativamente poco tiempo: el 20 de diciembre de 2021. Ese día tuvo lugar una cumbre entre Rabat y Jeddah a la que asistió el vicepresidente del Banco Islámico de Desarrollo, Mansur Muhtar, y la ministra de Economía y Finanzas marroquí, Nadia Fettah. El resultado fue la firma de una serie de acuerdos de financiación para el diseño del gasoducto.

A partir de entonces, todo se aceleró. Así, la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas marroquí junto con la compañía nacional de petróleo de Nigeria, NNPC, (integrada dentro de la joint venture de WAPCo, donde también está la norteamericana Chevron o la británica Shell) se hicieron con las riendas del nuevo proyecto. Un plan cuya viabilidad se allanó aún más tras recibir la compañía estatal nigeriana luz verde por parte de su gobierno para lograr un acuerdo con la comunidad económica Ecowas (que integra a varios de los países que se beneficiarán del recorrido del gasoducto).

La parada final de este megaproyecto, que costará varios miles de millones y que tendrá un recorrido de más de 7.000 kilómetros, será España. De momento, se desconoce si se construirá un nuevo gasoducto o si se aprovechará el ya construido de Magreb por donde ya no bombea gas argelino (que atraviesa el estrecho de Gibraltar hasta llegar a la provincia de Cádiz). Un nuevo escenario que podría despejar los bandazos diplomáticos ejercidos por Sánchez cuando aceptó reconocer la pasada primavera que el Sáhara Occidental -que será un lugar clave por donde pase el futuro tubo- sea una provincia autónoma bajo la jurisdicción del rey aluí Mohamed VI.

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