Barcelona.- El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero (UGT), confía en que sus gestiones para atraer el Q3 a Barcelona, que permitirá a la planta de Martorell aumentar plantilla por primera vez en una década, tendrán como recompensa su reelección en las elecciones sindicales de la próxima semana.
Tras 8 años como principal interlocutor de los trabajadores de Seat en Barcelona, Carnero ambiciona continuar en el cargo y mejorar resultados para, tras un último mandato difícil por los ERES que ha afrontado la compañía automovilística, pilotar ahora una nueva etapa que se prevé mucho menos complicada.
En declaraciones a Efe, Matías Carnero defiende el acuerdo de 2009 que, a cambio de sacrificios salariales, permitió que la fábrica de Martorell se hiciera con la adjudicación del Audi Q3, que se empezará a producir esta primavera-verano y que fue especialmente criticado por CCOO, segunda fuerza sindical en Seat.
"Se hace demagogia cuando se asegura que el acuerdo del Q3 es el de la congelación salarial porque, en realidad, es el acuerdo del mantenimiento del empleo no sólo en Seat, sino también en las empresas de componentes del sector", asegura este líder de la UGT de Cataluña.
Carnero vincula directamente aquel acuerdo a la actual situación de Seat, que en el 2011 se convertirá en la única de las 17 plantas de automóviles de España que aumentará los sueldos y creará empleo, un total aproximadamente de un millar de puestos de trabajo directos e indirectos para absorber la producción del Q3.
La línea 3 de Seat producirá en verano a su máxima capacidad (400 Q3 y 200 Exeo) y, por primera vez desde el año 2000, la planta de Martorell aplicará en agosto el llamado "corredor de vacaciones" para que este mes trabaje un turno.
"Al iniciar este siglo Seat vivió una época marcada por tres cambios de comité ejecutivo y tres presidentes. Nadie confiaba en Seat y empezaron a caer las ventas. En 2005 afrontamos despidos pactados, bajas voluntarias y prejubilaciones que afectaron a un millar de personas, y en 2007 cerramos un acuerdo de bajas voluntarias para reducir en un 10% la plantilla con el fin de atraer el Exeo", recuerda este líder sindical.
Por último, llegó el último ajuste pactado con la empresa en 2009 para conseguir el Q3, que ha subrayado era "imprescindible" para impedir que se despidiera a 1.500 trabajadores, la plantilla que se consideraba sobrante.
El acuerdo del 2009 preveía la congelación de sueldos ese año y el abono en el 2010 del 50% del IPC real, mientras que para el 2011 se contemplaba ya la aplicación del IPC real.
Carnero cree que la fabricación del Q3 debería servir a Seat para abrirse a nuevos mercados, fuera del ámbito europeo, como India o la China, donde la empresa automovilística ya ha empezado a realizar pruebas de mercado para llevar la marca española.
El comité de empresa de Seat, donde el 85% de los trabajadores están afiliados a un sindicato, está en estos momentos integrado por 45 miembros en el centro de Martorell (21 delegados de UGT, 13 de CCOO, 10 de CGT y uno del Sindicato de Profesionales y Cuadros) y 25 en la Zona Franca, donde UGT tiene 12 delegados, CCOO, 7, y CGT, 6.
Además de Martorell y Zona Franca, Seat cuenta con trabajadores en el Centro de Recambios, un Centro Técnico y en Gearbox.
El nuevo comité que salga de las elecciones del próximo 10 de febrero perderá 6 miembros debido a la reducción de la plantilla en los últimos cuatro años, que ha pasado de casi 13.000 a poco más de 10.000 trabajadores, y estará integrado por 39 delegados.
"Nos gustaría mejorar resultados. El respaldo de los trabajadores sería el premio a todo lo que hemos pasado estos años", ha subrayado Carnero.
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