La zona de libre comercio de Shanghái empieza a funcionar oficialmente

  • La nueva zona de libre comercio de Shanghái, llamada a revolucionar el peso de la ciudad oriental, del yuan y de la economía china en el sistema financiero mundial, empezó a funcionar hoy, y lo hará al menos por tres años, explicaron distintas autoridades chinas en rueda de prensa.

Shanghái (China), 29 sep.- La nueva zona de libre comercio de Shanghái, llamada a revolucionar el peso de la ciudad oriental, del yuan y de la economía china en el sistema financiero mundial, empezó a funcionar hoy, y lo hará al menos por tres años, explicaron distintas autoridades chinas en rueda de prensa.

Tras una ceremonia a la que asistió el ministro chino de Comercio, Gao Hucheng, que presidió el acto formal de apertura de la zona junto al secretario general del Partido Comunista de China (PCCh) en Shanghái, Han Zheng, la nueva zona ha empezado a operar como tal, para lo que tendrá normas especiales, al menos hasta 2016.

La idea del Gobierno chino es que durante esos primeros tres años la zona sirva para poner a prueba reformas económicas y un sistema de regulaciones que le permita llevar a cabo más pasos de apertura con éxito, por lo que en 2016 se evaluará su funcionamiento, explicó Dai Haibo, subsecretario general del Gobierno de Shanghái.

Según Dai, también subdirector del Comité Administrativo de la Zona Piloto de Libre Comercio de Shanghái, nombre oficial que el área toma desde hoy, cuando pasen esos tres años, hacia octubre de 2016, China decidirá que hacer a continuación, aunque en principio se espera que se dé lugar a otra nueva tanda de reformas.

Shanghái, que ya es la capital financiera y comercial de China y el puerto más activo del mundo, se dota desde ahora de un área donde experimentará, formalmente ya fuera de las fronteras chinas, qué ocurre si permite el libre cambio del yuan o deja los tipos de interés en manos del mercado, entre otras reformas.

La zona funcionará como "un campo experimental para ensayar reformas económicas" y promover un mayor desarrollo, a través del comercio internacional, que facilite la expansión del crecimiento chino a todo el país, declaró en su apertura el ministro Gao.

Pekín ve el paso dado como la reforma económica más importante que acomete la República Popular desde su apertura, en principio también experimental, al sistema capitalista, con la zona económica especial de Shenzhen (sureste) a principios de los años ochenta, una experiencia que luego se extendió por el territorio.

Si aquello acabó impulsando el comercio internacional de China y la atracción de inversión extranjera al país, hasta llegar a hacer de ella la segunda economía mundial, las reformas que se ensayarán ahora en Shanghái podrían ayudar a China a fomentar un uso del yuan en el comercio mundial hasta competir un día con el dólar y el euro.

Su creación, anunciada por sorpresa en julio, aprobada en agosto y puesta en práctica desde hoy, en apenas tres meses, sólo se explica porque nace con instalaciones logísticas ya existentes, y porque se trata de un proyecto defendido como una necesidad por el nuevo Gobierno chino, aunque afrontó una fuerte oposición interna.

El propio primer ministro Li Keqiang, cuyo Ejecutivo tomó posesión en marzo, arriesgó todo su capital político por hacer posible la nueva zona, a pesar de la fuerte resistencia que encontró entre los propios organismos económicos chinos, como sus reguladores del mercado de valores y del sector bancario.

Esta determinación de Pekín se nota también en los poderes especiales que se han concedido al Gobierno de Shanghái para que, en caso de resistencia o necesitad de decisiones rápidas, rompa con la jerarquía habitual, se salte toda la burocracia ministerial y tenga línea directa con el Consejo de Estado (Ejecutivo).

"El Consejo de Estado dirigirá y coordinará la construcción (de la zona), y el Gobierno Municipal de Shanghái organizará y afinará su implementación sumo cuidado", señala el documento del Ejecutivo que anunció formalmente la puesta en marcha del proyecto.

"Todos los departamentos relevantes deberían mostrarse colaboradores y hacerlo lo mejor posible en su coordinación y evaluación (de las medidas que se lleven a cabo en la zona) para que su creación y su gestión sean un éxito", ordenó, en clara referencia a los ministerios y organismos reguladores y de planificación.

"En caso de que el Gobierno Municipal de Shanghái encuentre cualquier problema importante, deberá informar inmediatamente al Consejo de Estado", sentenció.

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