Las aerolíneas obtienen un lucro sustancial a pesar de siniestros y epidemias

  • Ni los dos trágicos e insólitos siniestros aéreos ocurridos este año, ni las consecuencias de la epidemia de ébola en África occidental han afectado sustancialmente a las aerolíneas, que calculan un beneficio de 19.900 millones de dólares para este año y un beneficio neto aproximado de 25.000 millones de dólares en 2015.

Marta Hurtado

Ginebra, 10 dic.- Ni los dos trágicos e insólitos siniestros aéreos ocurridos este año, ni las consecuencias de la epidemia de ébola en África occidental han afectado sustancialmente a las aerolíneas, que calculan un beneficio de 19.900 millones de dólares para este año y un beneficio neto aproximado de 25.000 millones de dólares en 2015.

La Agencia Internacional del Transporte Aéreo (IATA) realizó hoy su jornada anual de encuentro con la prensa en la que evaluó la salud financiera del sector, los objetivos y los retos.

La principal conclusión fue que, a pesar de que la economía mundial aún no se ha recuperado a los niveles previos a la crisis, de que el mundo afronta una epidemia de ébola sin precedentes y que ha habido dos graves siniestros aéreos, los beneficios de las aerolíneas no paran de crecer.

Las compañías aéreas esperan obtener un beneficio neto de 25.000 millones de dólares en 2015, mientras que la previsiones indican que este año ganarán 19.900 millones de dólares.

Las proyecciones para 2015 superan con creces lo obtenido en los últimos años, dado que los beneficios en 2013 se situaron en 10.600 millones de dólares y en 2012 alcanzaron 6.100 millones.

La IATA considera que la paulatina mejora de la rentabilidad se explica porque el precio del crudo se ha reducido y porque ha mejorado el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) global.

Desde 2011 hasta ahora, el precio del petróleo se mantuvo en torno a 100 dólares, pero se espera que se reduzca a 85 dólares en 2015.

Con respecto a las regiones, se espera que la mitad de los beneficios de 2015, unos 13.200 millones de dólares, se generen en América del Norte.

En contraste, el sector europeo, de un tamaño similar al de América del Norte, se estima que generará sólo 4.000 millones.

En relación con la situación en América Latina, la IATA afirma que la región obtendrá un beneficio neto en 2015 de mil millones de dólares en 2015, con respecto a 700 millones que ganará en 2014.

Otra de los temas destacados de la sesión fue la charla sobre la epidemia de ébola y en ella se volvió a poner énfasis en la baja posibilidad de contagio en un avión, a menos que el pasajero infectado presente ya síntomas y haya habido intercambio de líquidos.

"El mejor ejemplo es el del caso de un liberiano con ébola que viajó a Nigeria. Presentaba claros síntomas, estaba, de hecho, muy enfermo y a pesar de ello no infectó a nadie en el avión", explicó Margaret Harris, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El principal reto del sector es mejorar la seguridad, tanto interna (la aeronave y sus sistemas de control) como externa, es decir el contexto en el que funciona.

Estos dos desafíos surgen tras los dos incidentes sufridos por Malayia Airlines: la pérdida del MH370 mientras sobrevolaba el Océano Pacífico en aguas internacionales con 239 personas a bordo, y el derribo del MH17 cuando sobrevolaba con 300 pasajeros el este de Ucrania.

El director general de la IATA Tony Tyler definió el derribo del MH17 como "un ultraje".

"Los aviones civiles nunca deberían ser objetivos militares. El incidente demostró una nueva realidad: que entidades no estatales están actualmente en posesión de armamentos que ponen en riesgo a las aeronaves", afirmó Tyler.

Ante esta realidad, la IATA sugirió crear y adoptar un convenio internacional bajo la protección de la ONU que regule el uso de armamento antiaéreo.

Otra de la recomendaciones de la IATA es que los gobiernos ofrezcan información actualizada y puntual sobre las situaciones de peligro en sus espacios aéreos.

Tyler se refirió también al suceso con el MH370, que se perdió en algún lugar del océano Pacífico sin que se sepa por qué ni cómo ocurrió ni dónde exactamente se perdió.

En relación con este suceso, se ha establecido un grupo de trabajo que está evaluando qué hacer a corto, medio y largo plazo para asegurarse que se puede mantener total y constante control de una aeronave aunque se encuentre en cielo internacional.

Asimismo, se está trabajando con las empresas de construcción de aviones para evaluar cómo crear sistemas de control nuevos, más potentes y más seguros.

El director general recordó que a pesar de esas dos tragedias, la seguridad en el transporte aéreo sigue siendo muy alta, y que diariamente vuelan 100.000 aviones sin que se den accidentes.

Según el recuento de la IATA, y refiriéndose exclusivamente a sus miembros, sucede un accidente cada 6,7 millones de vuelos.

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