Las ocho islas constitucionalistas en medio del océano abertzale de Guipúzcoa

Maider Lainez, alcaldesa de Andoain
Maider Lainez, alcaldesa de Andoain
Archivo

El PSOE-PSE es el único partido nacional que gobierna en Guipúzcoa. Tras la constitución de los ayuntamientos el pasado 15 de junio, la formación del puño y la rosa ostenta el bastón de mando en varias de las principales localidades de la provincia como Irún, Eibar, Pasaia, Andoain, Zumárraga, Lasarte-Oria, y las pequeñas localidades de Berrobi y Larraul. El resto se los reparten el PNV, EH Bildu y diversas agrupaciones locales de la órbita del nacionalismo. El PP prácticamente ha desaparecido del mapa (solo 4 concejales en toda la provincia), Elkarrekin Podemos también cuenta con una presencia testimonial (25 ediles) y Ciudadanos y Vox carecen de cualquier representación.

Juan Antonio, 62 años, responde al supuesto biotipo arquetípico de votante socialista -enseguida veremos que no es totalmente cierto- en Guipúzcoa. Con apenas 8 años llegó a Irún (la segunda ciudad de la provincia con 61.000 habitantes) desde su Salamanca natal y el final del franquismo encendió en él la inquietud política. "Los que no éramos nacionalistas teníamos un sitio claro al que ir, al PSOE, no había otras opciones para las personas de izquierdas", cuenta este hombre que, por ejemplo, organizó las secciones de la UGT y el PSOE en la fábrica en la que trabajaba. "Mi hermano inscribió en las Juventudes Socialistas al actual alcalde de Irún, José Antonio Santano". Juan Antonio habla además de la "“excelente labor" de los ediles socialistas a lo largo y ancho del territorio guipuzcoano: "Personas como Odón Elorza, Alberto Buen, Miguel Buen o Iñaki Arriola, que dieron la vuelta, transformaron e hicieron mejores y más habitables San Sebastián, Irún, Rentería o Eibar".

Jon cuenta apenas con 23 años y reside en Andoain (14.618 habitantes). Su voto es uno de los que han aupado, merced a un acuerdo de gobierno con el PNV, a  la socialista Maider Lainez a la alcaldía de la localidad. Jon es nacido en Andoain y sus padres y sus abuelos también. Es euskaldun (habla euskera) y se reconoce votante socialista porque "la dicotomía ya no es nacionalismo o no nacionalismo sino gestión e ideología: izquierda o derecha. Soy vasco no independentista y voto al PSE. Al PSE no le votan solo las personas que han venido de fuera a Euskadi. Eso es algo del pasado", afirma.

Eneko Andueza (Eibar, 1979) es el secretario general del PSE en Guipúzcoa y portavoz adjunto de los socialistas en el Parlamento vasco y da las claves del momento dulce que viven los socialistas en un terreno que, en principio, parece minado para ellos y, de hecho, así ha sido durante muchos años: "Fuerte e histórica implantación en el territorio (los socialistas son el primer partido que se instaló en Guipúzcoa con las agrupaciones de Tolosa, Eibar y San Sebastián), resistencia, lucha y aguante en los años de plomo". El PSE es el partido que más ha sufrido en Guipúzcoa el embate criminal del terrorismo. Ahí están los asesinatos de Germán González López, Enrique Casas, Fernando Múgica, Juan María Jáuregui, Froilán Elespe, Juan José Priede, Isaías Carrasco o Joseba Pagazaurtundua), "un partido con identidad propia y muy unido, con capacidad para pactar y, sobre todo, una gestión a través de políticas inclusivas, para todos los ciudadanos y con el acento en las políticas sociales, de empleo y desarrollo tecnológico e industrial".

Guipúzcoa se organiza en 88 municipios repartidos en siete comarcas. Con una superficie de 1.997 km², es la provincia más pequeña de España. Es la vigésimo primera provincia más poblada (720 592 habitantes2) y la cuarta en densidad de población (354,18 hab/km²). También es una de las más ricas, con un PIB per cápita que supera los 35.000 euros frente a los 25.854 de la media nacional, y cuenta con una tasa de paro de apenas el 7%. La percepción, avalada por los resultados electorales, habla de un territorio marcadamente 'abertzale' (nacionalista) de cuyas instituciones han desaparecido prácticamente todos los partidos de ámbito estatal excepto uno, el PSE-PSOE, una especie de isla, que sigue manteniendo viva la llama del constitucionalismo en medio de un océano nacionalista.

De los 976 concejales que se repartieron en Guipúzcoa el pasado 26M, EH Bildu se hizo con 419, el PNV con 287, el PSE con 107, Elkarrekin Podemos con 25, el PP con 4 (3 en San Sebastián y 1 en Irún) y diversas agrupaciones locales, todas en la órbita nacionalista, con 138. Así, el PSOE-PSE gobierna en 8 localidades en las que viven 160.000 de las 720.000 personas que habitan esta provincia y merced al pacto con el PNV está integrado también en el equipo de gobierno de la Diputación, con la importancia de tal institución foral en Guipúzcoa al ser la titular de la hacienda pública. El PSE gobierna en 11 municipios vascos, los citados 8 en Guipúzcoa, 2 en Vizcaya y 1 en Álava, y las 107 concejalías de Guipúzcoa suponen para los socialistas casi el 50% de las 228 obtenidas en todo Euskadi.

Más allá de ser la ciudad española en la que primero se proclamó la República la tarde del 13 de abril de 1931, del éxito de su club de fútbol en LaLiga o de ser cuna de algunos ‘hitos e inventos industriales’ como el sacacorchos búho, la grapadora El Casco, el destornillador, la bicicleta de paseo Orbea o la máquina de coser Alfa, algo asombroso para una localidad de apenas 27.000 habitantes, Eibar pasa por ser un feudo del PSE desde 1987, año desde el que gobierna ininterrumpidamente el municipio. Primero Aurora Bascaran (1987-1993), una de las primeras alcaldesas de España, luego Iñaki Arriola (1993-2008) y desde ese año 2008, Miguel de los Toyos. Un edil que cuando fue nombrado alcalde el pasado 15 de junio aseguraba que "es la tercera vez que recibo uno de los mayores regalos que se me han otorgado en mi vida. Este bastón que sujeto con orgullo es la confianza de miles de eibarres@s. Prometo no defraudaros. Prometo seguir trabajando con y por Eibar con el mismo compromiso y honestidad que el primer día".

De hecho, Eibar, la industrial Eibar, es hoy por hoy el cuarto municipio de Guipúzcoa en renta por habitante, tras san Sebastián, Mondragón y Zarauz, según las estadísticas del INE, y también la cuarta ciudad española de más de 20.000 habitantes que más invierte en políticas sociales por habitante, con 225,4 euros. Curiosamente, los tres primeros municipios también son vascos, Rentería, Mondragón y Santurce. Eibar, encajonado entre montañas en el fondo de un estrechísimo valle y con casas y barrios enteros trepando por las laderas de las montañas es el segundo municipios español, tras Barcelona, que más 'soluciones verticales de movilidad', escaleras mecánicas y ascensores, tiene a disposición de los vecinos. "Soy votante del PNV de toda la vida", explica Ane, una eibarresa de casi 60 años, "pero en las elecciones municipales voto a Miguel. Es un gran alcalde", sentencia.

Mikel Serrano ha revalidado su mayoría absoluta en Zumárraga (9.843 habitantes), en plena comarca del Urola, habitual feudo abertzale. Gobernará con siete concejales en un ayuntamiento en el que EH Bildu tiene 3 ediles, 2 el PNV y uno Elkarrekin Podemos. “Ahí radica también uno de nuestros éxitos, tenemos representación en todas las comarcas, en la mayoría de pueblos: Zizurkil, Beasain… No es sólo cuestión de unas zonas determinadas", incide Eneko Andueza . "La clave de la gestión municipal, la cercanía a los ciudadanos", sentencia el secretario general del PSE de Guipúzcoa.

Pese a este momento dulce del que hablaba Andueza, el PSE ha tenido mayor representación territorial en Guipúzcoa de la que ahora ostenta. En buena parte de las décadas de los 80, 90 y principios del siglo XXI, los socialistas gobernaban a la vez en San Sebastián, Irún, Rentería, Eibar, Andoain, Lasarte-Oria… Más del 60% de los guipuzcoanos eran gobernados por regidores del PSE. Sin embargo, aquellos años dorados fueron también los años de plomo, en los que murieron muchos socialistas bajo el yugo del terrorismo de ETA y cuando hasta el concejal del más pequeño pueblo tenía que ir escoltado.

"Resistimos y luchamos en aquellos años tan duros. Mantuvimos nuestras estructuras, las casas del pueblo, el concejal solitario se mantuvo en pequeños pueblos donde gobernaba la izquierda abertzale… Y aunque pasamos luego nuestra particular ‘travesía del desierto’ ahora estamos recogiendo los frutos de toda aquella lucha y resistencia”, cuenta el secretario general del PSE de Guipúzcoa.

Ahí está el ejemplo de Benjamín Atutxa, exparlamentario vasco del PSE, que gobernará, al ser la única candidatura que se presentaba, el pequeño pueblo de Berrobi, donde EH Bildu obtuvo en 2015 los siete concejales del pueblo. Atutxa, amenazado por ETA, estuvo a punto de sufrir una acción criminal similar a la que perpetró la organización terrorista con Miguel Ángel Blanco en 1997.

"Nosotros no somos nacionalistas ni independentistas, somos vasquistas y constitucionalistas, pero, desde la memoria a la historia y a los asesinados, a nuestros compañeros, ¿por qué no vamos a aceptar los votos de EH Bildu o su abstención para hacer políticas que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos? Estamos en otro tiempo y nosotros tenemos nuestra historia y nuestra trayectoria y ellos tendrán la suya, pero estoy convencido de que una de las claves del éxito de los socialistas guipuzcoanos es la de trabajar por la convivencia y la paz en Euskadi entre todos y de eso nos sentimos tremendamente orgullosos". ¿Es Guipúzcoa pues el laboratorio para la gobernabilidad de España…?

Quién sabe. De momento, José Antonio Santano, Miguel de los Toyos, Maider Lainez, Jesús Zaballos, Mikel Serrano, Izaskun Gómez, Benjamín Atutxa y José Antonio Rodríguez. Alcaldes de Irún, Eibar, Andoain, Lasarte-Oria, Zumarraga, Pasaia, Berrobi y Larraul. Un archipiélago socialista y constitucionalista en medio del océano nacionalista de la provincia más abertzale.

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