Madrid, 8 ago.- Los analistas consultados por Efe aplaudieron hoy la intervención del Banco Central Europeo (BCE) en el mercado secundario mediante la compra de bonos españoles e italianos, lo que provocó un drástico descenso a primera hora en la prima de riesgo española.
Así, la diferencia entre el interés que ofrece el bono español a diez años y el alemán de la misma denominación caía en picado antes de la apertura de la Bolsa española hasta los 316 puntos básicos desde los 371 que marcó al cierre del viernes, para luego marcar un mínimo en 279 y subir lentamente más tarde, hasta situarse en 289,9 a mediodía.
Nuria García, de Ahorro Corporación, consideró "necesaria" la intervención del BCE por las tensiones y las especulaciones de las últimas semanas, lo que justifica la puesta en marcha de esta "herramienta de emergencia", que en su opinión "debe continuar unas semanas".
Además, insistió en el carácter temporal de esta intervención, ya que "es un parche hasta que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) pueda comprar deuda en el mercado secundario", para lo que es necesario que las medidas sean aprobadas por todos los parlamentos nacionales.
El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, apuntó que estamos ante una "intervención de urgencia", pero que "debe prolongarse en el tiempo para evitar un retroceso a las situaciones de tensión".
Además, manifestó su convencimiento en que el mercado "ha sobrerreaccionado, y explicó que "si la actuación del BCE no es eficaz podemos ver algún alza en los diferenciales".
"Hemos conseguido rebajar la barrera de los 400 y situarla en los 300, pero debe continuar la actuación para corregir los desajustes y estar a final de mes en un nivel por debajo de los 250 puntos básicos", más cerca de los 200, explicó Díez.
No obstante, advirtió de que "hay que mantener la prudencia, porque puede volver la volatilidad, si no se mantiene la acción y dependiendo de cómo reaccione Wall Street".
Por otro lado, consideró que "el foco de la infección sigue siendo Grecia, hay que aprobar los acuerdos del 21 de julio, poner en marcha una quita parcial, que ya está pactada con los bancos y aseguradoras mundiales" e implementar el Plan Marshall de inversiones "para garantizar su crecimiento futuro".
Por último Jorge Lague (CM Capital Market) apuntó a que "será difícil mantener los avances, y es previsible que el mercado americano rebaje el optimismo".
"Es necesario que el BCE permanezca atento y que cuando haya picos en los diferenciales siga interviniendo, pero va a ser difícil que lo puedan controlar", aclaró Lague.
En su opinión, "los mercados siguen demandando acciones más unitarias por parte de la Unión Europea (UE), además de un nuevo plan de estímulo en Estados Unidos, que aleje los temores de una nueva recesión".
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