Los ecologistas celebran que la mayoría de la oposición pida el cierre definitivo de garoña


Las cinco principales ONG medioambientales de España (Amigos de La Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/ BirdLife y WWF) calificaron este viernes de “paso muy importante” que la mayoría de los grupos parlamentarios de la oposición en el Congreso de los Diputados hayan reclamado el cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos).
Esta declaración conjunta fue presentada en la Cámara Baja por todos los grupos parlamentarios salvo el PP, UPyD y CiU, así como los diputados de UPN y Foro Asturias.
Los ecologistas señalaron que “el amplio rechazo social y político a cualquier intento de reapertura de Garoña contrasta con la intención del Gobierno español de reabrir esta central”, ya que así se recoge en la Planificación de la red de transporte de energía eléctrica 2015-2020, que incluye la vuelta a la actividad de la instalación.
Las organizaciones reclamaron a los partidos políticos que han suscrito la declaración que “se mantengan firmes y en oposición activa ante el intento del Gobierno de ampliar la vida de las centrales nucleares a 60 años, tal y como reclaman las compañías eléctricas”.
Además, solicitó que se dirijan directamente a Iberdrola y Endesa, propietarias de la central nuclear de Garoña a través de la sociedad Nuclenor, para hacerles llegar su rechazo a la ampliación de la vida operativa de “esta obsoleta y peligrosa central nuclear que ya lleva dos años cerrada y desacoplada de la red eléctrica sin que haya significado problema alguno para la seguridad del suministro eléctrico”.
A este respecto, recalcaron que el reactor de Garoña es gemelo al reactor número uno de la central de Fukushima, protagonista del accidente nuclear acaecido en Japón en 2011.
“Garoña es la central nuclear más antigua de la Unión Europea y la quinta del mundo, una nuclear envejecida presenta serios riesgos para la población y el medio ambiente y existen muchas alternativas más seguras como las energías renovables”, indicaron.
RIESGOS “INSALVABLES”
Las organizaciones medioambientales subrayaron los riesgos derivados del envejecimiento de Garoña son “insalvables”, ya que ciertas partes esenciales de los reactores nucleares no pueden ser sustituidas, los reemplazos y las actualizaciones introducen nuevos riesgos por las diferencias en la compatibilidad, la pérdida de personal experimentado conduce a la desaparición de unos conocimientos de vital importancia y por el aumento del almacenamiento del combustible nuclear gastado.
Por último, las ONG abogaron por que se ponga en marcha el plan de reactivación económica de la zona próxima a Garoña, acordado en la anterior legislatura con el fin de "buscar alternativas económicas sostenibles, limpias y seguras".

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