Los puertorriqueños se pronunciaron en 2012 a favor de integrase en EEUU

  • Los puertorriqueños, cuya pobreza duplica a la de cualquier estado estadounidense, se pronunciaron en 2012 por primera vez en su historia a favor de integrarse plenamente en EEUU y convertir a la isla caribeña en el estado número 51 de ese país.

Alfonso Rodríguez

San Juan, 20 dic.- Los puertorriqueños, cuya pobreza duplica a la de cualquier estado estadounidense, se pronunciaron en 2012 por primera vez en su historia a favor de integrarse plenamente en EEUU y convertir a la isla caribeña en el estado número 51 de ese país.

El gobernador saliente y presidente del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), Luis Fortuño, hizo coincidir las elecciones generales del pasado 6 de noviembre, en las que perdió frente a Alejandro García Padilla, del Partido Popular Democrático (PPD), con una consulta en la que se preguntó a la población sobre la relación política que querían tener con EEUU.

En la segunda pregunta de la consulta, el 61,1 % votó por la anexión a EEUU, el 33,3 % por el Estado Libre Asociado Soberano, entendido como una relación entre iguales, y el 5,5 % por la independencia.

En la primera pregunta, simplemente se preguntaba a los puertorriqueños si querían mantener la relación actual, el 54 % dijo "no" al Estado Libre Asociado, un estatus que permite un alto grado de autonomía pero que reserva a Washington áreas como defensa, relaciones exteriores o fronteras.

El otro 46 % se mostró a favor de mantener el Estado Libre Asociado, en vigor desde 1952 y que aboga por perpetuar el Partido Popular Democrático (PPD), cuyo presidente, Alejandro García Padilla, se impuso el 6 de noviembre con el 47,78 % de los votos y fue elegido como el próximo gobernador de la isla.

La consulta de noviembre no fue la primera sobre el asunto del estatus, ya que en los años 1967, 1993 y 1998 se preguntó a los puertorriqueños y en ninguna de esas ocasiones se impuso la opción de incorporarse al país norteamericano.

Una semana después de la consulta de este año, el saliente gobernador Fortuño le recordó en una carta al presidente estadounidense, Barack Obama, que los puertorriqueños no quieren mantener el actual estatus.

Aunque a nivel internacional se han entendido los resultados de la consulta como un claro reclamo de la anexión por parte de los puertorriqueños, dentro de la isla no todo el mundo lo ha interpretado así.

Algunos analistas subrayan que si se suman los votos en blanco de la segunda pregunta, con los que dijeron estar a favor del Estado Libre Asociado Soberano en la primera, se supera a quienes votaron por la anexión a EEUU.

La respuesta de Washington llegó el pasado 4 de diciembre por medio de Luis Miranda, uno de los portavoces de la Casa Blanca, que dijo que el resultado del plebiscito fue claro a favor de la anexión a EEUU, por lo que urgió al Congreso estadounidense tomar la iniciativa para avanzar sobre la solución del estatus de Puerto Rico.

"Ahora es el momento para que el Congreso actúe, y la Administración trabajará con ellos en ese esfuerzo, para que el pueblo de Puerto Rico pueda determinar su propio futuro", dijo Miranda.

Las declaraciones de Miranda aclararon unas previas del portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien a la pregunta de si Obama ayudaría a promover la anexión de la isla puso en duda que el resultado fuera tan claro.

El principal problema para avanzar en la hipotética incorporación de Puerto Rico a EEUU lo plantea la posición del nuevo Ejecutivo de San Juan, que encabezado por García Padilla tomará el poder con la entrada de 2013.

Su partido defiende desde hace décadas el mantenimiento del Estado Libre Asociado, un estatus que su fundador, Luis Muñoz Marín, negoció en los años 50 con Washington.

García Padilla dijo a Efe unos días antes de la consulta que los puertorriqueños creen en el desarrollo al máximo de los poderes que es posible obtener dentro de la relación actual con EEUU, palabras ambiguas a las que suele recurrir cuando se le cuestiona sobre el estatus.

A la previsible falta de entusiasmo del nuevo gobernador por avanzar en el asunto se suma la disparidad económica existente entre la isla y EEUU.

La crisis que hace más de un lustro golpea la isla se añade a una economía dependiente de EEUU y que como dato significativo muestra el que 640.000 familias, de una población de 3,7 millones, se beneficien del Programa de Asistencia Nutricional (PAN), creado para ayudar a personas con bajos recursos.

El desempleo, que afectaba el pasado septiembre a 173.000 personas, el 13,6 % de la población activa (que sólo alcanza el 39,2 % del conjunto de la sociedad, uno de los valores más bajos del mundo), es otra de las disparidades entre los dos territorios.

Los puertorriqueños, con ciudadanía estadounidense desde 1917, disfrutan de una autonomía administrativa parecida al resto de estados del país norteamericano pero no pueden votar por el presidente estadounidense.

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