Modi llegó al poder en la India con la promesa del crecimiento

  • La llegada de Narendra Modi al poder en las elecciones de mayo marcó el año en la India y metió en escena un nuevo primer ministro con la intención de impulsar el crecimiento, reducir las desigualdades y otorgar una mayor relevancia internacional al país.

Moncho Torres

Nueva Delhi, xx dic.- La llegada de Narendra Modi al poder en las elecciones de mayo marcó el año en la India y metió en escena un nuevo primer ministro con la intención de impulsar el crecimiento, reducir las desigualdades y otorgar una mayor relevancia internacional al país.

El partido nacionalista hindú BJP propició la mayor derrota electoral del hasta entonces gobernante partido del Congreso de la dinastía Nehru Gandhi, debilitado por los casos de corrupción, la ralentización de la economía y el bajo perfil de su candidato Rahul Gandhi; hijo, nieto y bisnieto de primeros ministros.

El sexagenario Modi, de origen humilde y exjefe de Gobierno del occidental estado de Gujarat -una de las regiones más desarrolladas de la India-, destacó durante la campaña electoral su imagen de "amigo de los negocios" e impulsor de las inversiones.

Medio año después de haber alcanzado la Jefatura de Gobierno de la segunda nación más poblada del mundo, Modi mantiene una alta popularidad con el sueño del crecimiento económico intacto, a pesar de que todavía no ha impulsado grandes cambios estructurales.

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentado en noviembre en Nueva Delhi prevé que el Producto Interior Bruto del país asiático crezca un 6,6 % en 2015 y un 6,8 % en 2016, frente al 5,4 % previsto en 2014.

Sin embargo, el análisis advertía de la necesidad de que las reformas anunciadas por el Gobierno de Modi cuando llegó al poder se apliquen cuanto antes para alcanzar ese crecimiento.

La India necesita "contener sus expectativas de inflación" y reducir el déficit exterior, con cambios estructurales que mejoren el clima de negocios, como una reforma que flexibilice el mercado laboral y genere empleos para millones de jóvenes, según la OCDE.

El presidente de la Confederación de Industrias de la India, Ajay Shriram, aseguró también la necesidad de "procesos administrativos eficientes en plazos determinados", para poner fin a la engorrosa burocracia india que obstaculiza la llegada de nuevos inversores.

Los funcionarios indios fueron una de las víctimas del discurso de Modi durante el Día de la Independencia, el 15 de agosto, en el que arremetió contra su escasa ética de trabajo, además de hacer referencia a otros problemas de base que padece la India como la falta de salubridad.

Dos meses después el mandatario indio lanzaba la campaña "Limpia la India", con el objetivo de concienciar sobre la importancia de la limpieza y la sanidad en un país cuyas calles están generalmente llenas de basura y donde la mitad de sus 1.250 millones de habitantes defecan en espacios públicos al carecer de retrete.

Otro de los proyectos anunciados a bombo y platillo por la potente máquina propagandística de Modi fue el plan para facilitar a 75 millones de familias pobres el acceso a cuentas bancarias, con el fin de incluir a los más desfavorecidos en el sistema financiero.

Pero la mayor repercusión internacional para Modi llegó cuando la sonda india Mangalyaan se situó en la órbita de Marte el 24 de septiembre, un hito tecnológico que no había logrado ningún país asiático y que solo han conseguido Estados Unidos, Rusia y Europa.

El logro de la sonda Mangalyaan -que había sido lanzada al espacio en noviembre de 2013 durante el anterior Gobierno- potenció la imagen en el extranjero de la llegada de una "nueva era" para la India bajo el mando de Modi, a lo que ayudó desde un principio su frenética agenda internacional.

A su toma de posesión asistieron los mandatarios de los países que forman la Asociación para la Cooperación Regional del Sur de Asia: Afganistán, Bangladesh, Bután, Maldivas, Nepal, Sri Lanka e incluso Pakistán, nación con la que la India ha librado tres guerras.

Ese guiño a Pakistán fue contrarrestado con el intercambio de disparos durante los meses sucesivos entre las dos potencias nucleares en la disputada región de Cachemira, cuyo punto álgido en los enfrentamientos coincidió con la concesión del Nobel de la Paz a la paquistaní Malala Yousafzai y al indio Kailash Satyarthi.

Pero los encuentros bilaterales más destacados tuvieron lugar en septiembre, cuando el mandatario indio recibió a su homólogo chino Xi Jinping y viajó a estados tradicionalmente enfrentados al país del dragón como Japón y Estados Unidos, donde fue recibido como una estrella de rock.

Durante esa visita Modi discutió con el presidente estadounidense, Barack Obama, el programa de subsidios agrícolas indios, lo que propició en noviembre el fin del bloqueo por parte de la India de la firma de un texto ya negociado en el seno de la Organización Mundial del Comercio que pretende impulsar los intercambios comerciales en todo el mundo.

Ese primer encuentro tendrá continuidad a principios de 2015 con la visita de Obama a la India.

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