La idea de Cristóbal Montoro de hacer públicos los nombres de los mayores morosos con Hacienda - aquellos con deudas pendientes de pago con el Fisco superiores a un millón de euros - para 'forzar' su regularización fiscal y reducir la cuenta de cobros pendientes de la Administración Tributaria so pena de dañar su reputación social no ha conseguido gran cosa. Desde la publicación de la primera lista de morosos en diciembre de 2015 hasta el último listado hecho público este jueves el volumen total de deudas de estos grandes morosos apenas se ha reducido en 300 millones de euros, de los 15.600 millones registrados entonces hasta los 15.300 millones registrados en el último listado.
El ya ex ministro de Hacienda presumía hace poco más de un año de que uno de cada cinco morosos incluido en el listado había regularizado su situación con el Fisco desde la puesta en marcha de esta estrategia. Sin embargo, lo que dicen las grandes cifras es que el número de contribuyentes - particulares y empresas - que acumulan deudas fiscales superiores a un millón de euros apenas se ha reducido de 4.855 a 4.318 en estos dos años y medio - y en un contexto de fuerte recuperación económica que ha podido facilitar esa regularización - y que el volumen total de deudas de este segmento solo ha caído en 300 millones de euros.
La eficacia de la penalización reputacional impuesta por esta lista negra ha chocado con una realidad de empresas en concurso de acreedores que no cuentan con recursos para hacer frente a sus impagos fiscales y un grupo de particulares que o bien tienen las deudas recurridas ante la Justicia o están en una situación similar a esas empresas en quiebra.
El número de morosos que adeudaban a Hacienda más de un millón de euros a 31 de diciembre de 2017 era de 4.318, cifra que representa una caída del 5 % en relación a un año anterior, mientras que el importe adeudado, algo más de 15.300 millones, solo disminuyó en un 0,4 %, según fuentes de la Agencia Tributaria, informa Efe.
De ese total de deudores, tan solo 340 son personas físicas y sumaban una deuda conjunta de 760 millones, cuando un año antes el número de morosos era en este caso de 338 (dos menos) y la cantidad que debían al Fisco era de 700 millones de euros.
Sin embargo, la evolución ha sido la contraria en el grupo de personas jurídicas donde se ha registrado una disminución tanto en el número de morosos, que ha pasado de 4.211 en 2016 a 3.978 al cerrar el ejercicio 2017, como en el importe adeudado, que ha disminuido de 14.700 millones a 14.600.
De los 15.300 millones de deuda global que acumulan estos morosos, más de 6.800 millones, el 44 %, corresponde a los algo más de 1.600 contribuyentes (el 37,9 % del total) sujetos a un proceso concursal. Este hecho supone que se trata de deuda cuyas posibilidades de cobro efectivos son menores en tanto dure el procedimiento del concurso.
A este respecto, apenas ha habido variación con respecto a la relación publicada por Hacienda sobre el ejercicio 2016, donde el número de deudores sujetos a concurso era de 1.700 (el 38,5 % del total), mientras que el importe adeudado era de 6,700 millones (el 43 % de la cifra global).
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