Bruselas ultima un Acuerdo de Asociación 

Tailandia se convierte en una amenaza de la industria española de pescado y marisco

Esta miércoles la Eurocámara aprobó el informe previo a las negociaciones comerciales en el que, a petición del eurodiputado Millán Mon (PP), se fijaron las conservas de pescados y marisco como "productos sensibles" 

Las negociaciones con Tailandia, un dolor de cabeza para la industria conservera
Las negociaciones con Tailandia, un dolor de cabeza para la industria conservera
Agencia EFE | EFE

Esta semana la Eurocámara ha dado un paso más en la apertura de las negociaciones del futuro Acuerdo de Asociación y Cooperación UE- Tailandia, que junto a la ratificación definitiva del tratado de libre comercio con Mercosur, está en el debe de la agenda comercial del bloque europeo. En concreto, la Comisión de Asuntos Exteriores aprobó este miércoles el informe que acompañará a las conversaciones con el país asiático. En este documento, por iniciativa del eurodiputado popular Millán Mon, se introdujeron sendas enmiendas que instan a tratar a las conservas de pescado y mariscos  como "productos sensibles" en las conversaciones con el país asiático, así como condicionan todo pacto a la realización de "rigurosos estudios de impacto sobre la sostenibilidad y un análisis detallado de las posibles repercusiones económicas, sociales y medioambientales". De todo lo anterior, pende la supervivencia de la industria conservera española, con especial peso en Galicia, y de la flota atunera, que pasa por ser de las más punteras del mundo. 

Pero, ¿qué hay, exactamente, en juego? Millán Mon da una pista, en declaraciones a 'La Información', cuando apunta que "la conserva de atún es muy intensiva en mano de obra y crea mucho empleo" y añade que "Galicia es la primer región productora de Europa de conservas de atún".  Aún más importante, España pasa por ser uno de los principales exportadores de atún solo por detrás, precisamente, de Tailandia (17,73% de cuota de mercado) y, en competencia directa, con China que mantiene una cuota similar a la española, de alrededor del 8% del mercado mundial. Más retrasados Ecuador y Taiwán, según estadísticas oficiales como la de las FAO. 

Respecto al potencial de la industria conservera española, en su último informe anual correspondiente a 2022, la patronal del sector Anfaco Cecopesca estimó el año pasado una producción de 305.403 toneladas (sardinas, atún, caballa, pulpo, calamares...) por un montante de 1.745 millones de euros. Más del 60% fueron conservas de túnidos (atún blanco, atún claro). Una actividad que exportó por un volumen de 222.290 toneladas (1.260,87 millones de euros, en valor). De todo este montante, el 55,1% fueron atún (atún listado, túnidos picados, atún claro, lomos de atún claro y otros túnidos enteros): unos 743,31 millones de euros. Esta industria empleó directamente el año pasado a más de 20.000 personas, la mayoría (más de 11.000) en Galicia.

"Ahora la Comisión Europea asistirá expectante a la formación del nuevo gobierno tailandés, ya que las cuestiones democráticas son muy importantes. Tailandia es un país muy grande, de gran dimensión, con mucha costa y fábricas", apunta Roberto Alonso, secretario general de Anfaco- Cecopesca quien añade que "en el sureste asiático los estándares medioambientales ni laborales son parecidos a los europeos". En este sentido, Alonso se muestra a favor de "exclusión total del atún" de las negociaciones comerciales con este país del que asegura que "no existe una autoridad ni legislación fiables, aquí en Europa las auditorías son constantes en todos los aspectos como en el fiscal, laboral... Además hay grandes profesionales".  Al respecto, Millán Mon recuerda que "hemos insistido también en que la Comisión Europea efectúe un estudio previo de impacto económico del futuro acuerdo comercial". 

Ganadores y perdedores

En opinión de Gonzalo Rodríguez, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), cree que "España debe hacer valer su peso y exigir que no entren las conservas u otro tipo productos cuya ventaja competitiva este basada en el 'dumping' laboral y medioambiental, así como en la falta de cumplimiento  de los estándares europeos". Para este experto en economía pesquera "hay que tener en consideración las estrategias de desarrollo a adoptar y cómo afecta a los sistemas productivos". 

Para Rodríguez "igual que Tailandia va a negociar no para dar satisfacción a unos modelos teóricos, sino según sus interés de desarrollo, Europa debe hacerlo así buscando la preservación de stocks que son necesarios, la especialización inteligente regiones de menos avanzadas". En cualquier caso, cree que Europa tiene capacidad para aunar todos los diferentes intereses de sus estados miembros y recuerda la apuesta de la Comisión Europea por la "reindustrialización" tras la pandemia y la "especialización inteligente". Por este motivo, insta a alcanzar "acuerdos pragmáticos que permitan aproximaciones que nunca van a ser perfectas o estar exentas de cierto nivel de compromiso". En cualquier caso, llama a tener en cuenta el peso de actividades como la pesca en España respecto a otras zonas de Europa. ES decir, que no se sacrifique todo por vender más automóviles Volvo o Mercedes.   

"El efecto sobre Galicia sería devastador" 

En la flota atunera española, agrupada principalmente en la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (OPAGAC) formada por 48 buques que capturan 380.000 toneladas de media anuales (el 8% de la producción mundial), cunde la preocupación. Para su director gerente, Julio Morón, "el efecto sobre Galicia, en concreto, sería devastador" y añade que "Tailandia es el gran productor de atún del mundo y que entre en Europa a través de un tratado de libre comercio va a arrasar el mercado". En este sentido, explica que este país "se suministra de flotas asiáticas en donde las condiciones son las que son tanto en sostenibilidad social como medioambiental". 

Morón se refiere a las críticas sobre el respeto a lo derechos humanos en estos barcos verbalizadas por ONG como Greenpeace y organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) , que estima que unas 128.000 personas sufren condiciones de esclavitud a bordo de buques pesqueros. Muchos de estos casos registrados en flotas del sureste asiático. En este sentido, recuerdan desde OPAGAC, las importaciones europeas de atún de esta región representan ya el 50% cuando en 2012 apenas suponían el 5%.

Morón lamenta esta "competencia desleal" y apunta que "si nosotros viéramos nuestro esfuerzo reconocido por los mercados para mantener un nicho de mercado que reconoce la calidad, pero si resulta que todo el mundo entra sin control alguno...". Una referencia al informe publicado por el Tribunal de Cuentas Europeo este año, en el que elogia de forma destacada la labor de inspección y control aduaneros de España en lo referente a productos pesqueros frente al desempeño de otros países miembros . OPAGAC anunció durante un encuentro con periodistas el pasado 17 de mayo que iba a invertir siete millones de euros este año y el próximo para lograr el sello MSC (Marine Stewardship Council) para certificar que sus capturas se hacían de forma sostenible y acorde a la regulación europea. 

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