El 27% de las plantas de Europa están en nuestro país

La oveja 'blanca' de la UE: España sortea la guerra con sus propias plantas de gas

La guerra entre Rusia y Ucrania ha comenzado. Un escenario que empujará a las comericializadoras del país a buscar nuevos destinos para transportar el hidrocarburo hacia nuestro territorio, como EEUU o Nigeria.

Gas rusia
La oveja 'blanca' de la UE: España sortea la guerra con sus propias plantas de gas.
DPA vía Europa Press

Ayer comenzó la guerra. Desde primera hora de la mañana, los tanques, cazas y buques rusos penetraron con su armamento en suelo ucraniano, atemorizando a toda la población. Un escenario bélico que impacta en los intereses de las energéticas españolas -como Iberdrola, Naturgy o Endesa- y del operador del sistema en el país, Enagas, que observan con prudencia la escalada de tensión. La posibilidad de que Putin corte el suministro de gas es real, una decisión que supondría un golpe para las economías europeas. Sin embargo, España -que importa al año un 10,43% de este hidrocarburo a Rusia- puede cubrirse de dicha amenaza. Así, nuestro país, no solo tiene como principal fuente de gas a Argelia, sino que además cuenta hoy con hasta seis plantas de regasificación en activo, que permiten importar gas desde cualquier lugar del planeta. 

El desembarco de gas a nuestro territorio sigue dos trayectos distintos. El primero es por medio de gasoductos -marítimos o terrestres- que transportan el gas de un país hasta las plantas de regasificación de España. Por ejemplo, el tubo argelino. Por otro lado, el segundo experimenta en el lugar de origen un proceso de licuefacción (para reducir su volumen y que pueda ser transportado en buques metaneros) y otro -ya en territorio español- de regasificación (donde se convierte el gas natural licuado en gas). Por ejemplo, el que procede de Qatar. El destino de ambas rutas es el mismo: el cliente final (familias o empresas) o el almacenamiento en el subsuelo (que sólo puede llevarse a cabo en tres lugares dentro del país, Huesca Guadalajara y las costas de Vizcaya).  

De las 22 plantas de gas instaladas en el continente europeo, seis se encuentran en territorio español. Es decir, el 27% están en nuestro país; y distribuidas por todo el territorio: Barcelona, Cartagena, Huelva, Sagunto (Valencia), A Coruña y Bilbao. Este sistema permite a España tener "mucha flexibilidad". Mientras las comercializadoras buscan contratos por todo el mundo, Enagas se encarga de enviar los 'slots' (buques metaneros) y poner en marcha todo el sistema operativo: desde las estaciones de compresión (sirven para darle un impulso al transporte del gas que circula por la península) hasta las plantas de regasificación.

La subordinación al hidrocarburo de Rusia no es igual entre los diferentes países de Europa. Según la Organización Mundial del Comercio y Eurostat, Rusia suministra el siguiente porcentaje de gas en los siguientes países: Austria (63%), Bulgaria (100%), Eslovaquia (100%), Eslovenia (58%), Estonia (100%), Finlandia (100%), Grecia (67%), Hungría (95%), Letonia (100%), Lituania (100%), Moldavia (100%), Polonia (77%), República Checa (100%), Rumanía (92%), Alemania (65%), Polonia (55%), Holanda (26%), Francia (17%), Italia (43%), España (10%), Portugal (10%) y Reino Unido (7%). Atendiendo a los porcentajes mencionados, resulta significativo el poder de monopolio que mantiene Putin como distribuidor de este hidrocarburo sobre gran parte de los territorios de nuestro entorno.

Aunque se dice que el sistema de gas europeo está "mallado" porque todos los gasoductos están interconectados, España, según los últimos datos, recibe gas principalmente de cinco proveedores. En primer lugar, Argelia (106.205 gw/h), seguido de Estados Unidos (58.014 gw/h), Nigeria (44.195 gw/h), Rusia (38.133 gw/h) y Francia (35.583 gw/h). 

Existe el riesgo para España de que los precios del hidrocarburo aumenten. Esto se podría deber a que muchos países europeos se viesen empujados a optar por nuevas fuentes de energía. Entre las más próximas se encuentra el yacimiento argelino Hassi R'Mel -de donde España se nutre de gas- y que es uno de los que más seduce. De hecho, según aseguran fuentes de la Comisión Europea a este periódico, "hemos estado en contacto con Argelia para discutir los actuales suministros de gas argelino a la UE y explorar opciones para futuros suministros adicionales". 

El pasado martes, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, aseguró que el cierre del Nord Stream 2 podía afectar "a corto plazo" a los precios del gas natural, aunque subrayó que España tenía capacidad para "tomar más medidas" si fuera necesario para garantizar el suministro por el impacto de esta decisión. Llardén afirmó que en septiembre se procedió a subastas extraordinarias de 'slots' con el objetivo de promover la llegada de GNL (gas natural licuado) a las plantas de regasificación de España. Para el periodo invernal, que comprende de noviembre de 2021 a marzo de 2022, se subastaron y contrataron 145 'slots' de descarga, frente a los 86 barcos que descargaron en las terminales españolas el pasado invierno.

Aunque en términos absolutos podemos observar con cierta preocupación que España importe a Rusia hasta un 10% de gas y que en los últimos tres años este haya aumentado un 8%, la realidad -en términos relativos- es distinta. Así, siguiendo el último boletín estadístico, podemos comprobar que la importación de gas ruso fue de tan solo el 5%. Un porcentaje que se vuelve aún más reducido si lo comparamos con las cifras de importación que nuestro país efectuó hacia otros territorios, como EEUU. España hoy puede decirse que es la 'oveja blanca' -y no negra- de Europa ya que su sumisión al gas de Putin es muy limitada porque tiene multitud de fuentes paralelas a las que acudir, desde países de nuestro entorno -como Noruega- a territorios más desconocidos, como Guinea Ecuatorial, Qatar o Trinidad y Tobago. 

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