Elecciones autonómicas 21-A

El País Vasco afronta unas elecciones clave para seguir entre las regiones con más renta per cápita de la UE

La autonomía, que registró un PIB per cápita superior a la media de los Veintisiete en 2022, ha tenido que hacer frente en el último año al frenazo de la actividad industrial y de las exportaciones, sus motores económicos. 

(I-D) La candidata de VOX a Lehendakari, Amaia Martínez; la candidata de Elkarrekin Podemos a lehendakari, Miren Gorrotxategi; el secretario general de PSE-EE y candidato del partido a Lehendakari, Eneko Andueza; el candidato del PNV a Lehendakari, Imanol Pradales; el candidato de EH Bildu a Lehendakari, Pello Otxandiano; el presidente del PP del País Vasco y candidato a Lehendakari, Javier De Andrés, y la candidata de Sumar a Lehendakari, Alba García posan antes del debate electoral, en la sede de EiTB
El País Vasco afronta unas elecciones clave para seguir entre las regiones con más renta per cápita de la UE.
Europa Press

Las elecciones más reñidas de la historia en el País Vasco a cuenta de la pugna entre PNV y EH Bildu ponen el foco en una economía con más luces que sombras, pero que no ha sido inmune a los choques que han generado la recuperación de la pandemia y la crisis energética, inflacionaria o la invasión rusa de Ucrania. Con una renta per cápita superior a la media de la Eurozona -hay solo tres autonomías españolas en esa situación- y un mercado de trabajo que prácticamente roza el pleno empleo, el mayor peso de la industria en su PIB y la dependencia de este sector de los costes financieros han debilitado su crecimiento el último año en un contexto en el que los tipos de interés han permanecido en máximos desde 2001.

Séptima región de España más poblada, con un total de 2,22 millones de habitantes, Euskadi es la quinta comunidad con más peso en el PIB nacional, puesto que su economía representa el 5,9% de la española, lo que en términos de volumen supone alcanzar los 79.350 millones de euros. Además, despunta en términos de PIB per cápita, uno de los mejores indicadores del nivel de vida de la población. Así, ostenta la segunda renta por habitante más elevada del país, de 35.832 euros, lo que la sitúa también por encima de la media de la Unión Europea y la convierte en la única autonomía junto a la Comunidad de Madrid y a Navarra que logra este 'hito'.

Sin embargo, el entorno de fuerte desaceleración de la economía de la Eurozona, donde se encuentran los principales socios comerciales de España, pasó factura a la economía vasca. Esta creció al 1,8% en el conjunto del pasado año, por debajo del 2,5% al que lo hizo el conjunto del país gracias el mayor tirón de los servicios, sobre todo del turismo. Lo anterior se une al hecho de que la actividad de la industria -la manufacturera aporta el 21,1% al PIB de la región frente al 12,5% de media en España- siguió sin recuperarse el año pasado. Dada su dependencia de la financiación bancaria, el encarecimiento del crédito tampoco ayudó. 

El futuro de la industria en el País Vasco 

En principio, las condiciones deberían ser más favorables este año para el sector industrial, con lo que la economía vasca podría ganar algo de tracción a la llegada del próximo inquilino del Palacio de Ajuria Enea. Se espera que reduzcan los precios del gas y de la electricidad y que los costes del transporte se mantengan en los niveles actuales. "Prevemos precios medios del petróleo que se mantendrían entre los 85 y 95 dólares por barril", apunta el economista Jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, quien espera que se eliminen cuellos de botella en sectores clave (semiconductores) y señala al apoyo que pueden suponer los fondos Next Generation o a la bajada de los tipos de interés que esperan que sea de 75 puntos básicos este año y otros 100 el siguiente, "clave para un sector tan intensivo en el uso de financiación".

En términos de empleo, Euskadi parte de una buena posición al tener una tasa de desempleo del 6,3% -de acuerdo con la EPA del último trimestre de 2023- que está en línea con la media europea y que además le convierte en el único territorio que tiene una estadística que se sitúa dentro de la horquilla que dan los expertos para el pleno empleo (entre un 4% y un 8%). También tiene los salarios más altos, con una base de cotización media de 2.526 euros a pesar de que esta referencia no recoge la parte de la remuneración que excede los 4.720,5 euros, por estar excluida de la cotización. Todo ello movido por una relevante presencia de los sindicatos tanto confederales (CCOO y UGT) como locales (ELA y LAB) que impulsaron más de 300 huelgas en 2023.

La negociación colectiva del País Vasco también tiene una agenda propia, que todos los candidatos a lehendakari se han comprometido a impulsar. Los representantes de los trabajadores buscan que la reducción de la jornada laboral sea más ambiciosa que la planteada por el Ministerio de Trabajo para trasladar un máximo de 35 horas en el sector privado o incluso de 32, la conocida como jornada de cuatro días y han planteado en más de una ocasión establecer un salario mínimo de 1.400 euros para la región, por registrar un mayor coste de vida; si bien esta es una competencia que tiene en exclusiva el Gobierno central y rechaza entrar en diferencias autonómicas.

Gestión económica de la Seguridad Social 

En contrapartida, el próximo lehendakari también encabezará la negociación para el traspaso de la gestión económica de la Seguridad Social, un punto recogido en el Estatuto del Gernika, pero que aún no ha terminado por concretarse. El País Vasco también tiene las pensiones más elevadas, pero el Gobierno asegura que el traspaso de esta competencia no supondrá una ruptura de la caja única, por lo que se espera que se den transferencias de dinero destinadas a sostener las pensiones vascas y el Gobierno vasco asuma las cuestiones más administrativas como las altas y bajas. 

Entre los riesgos para la economía vasca -los mismos que encaran la española y la global- se encuentran las tensiones geopolíticas y el posible incremento adicional en el coste del combustible, así como la falta de capital humano (las vacantes sin cubrir han ido aumentando significativamente). Se incluyen, además, la incertidumbre regulatoria que afecta, por ejemplo, al sector del automóvil, que representa hasta un 16,5% del total de las exportaciones vascas, así como el aumento en los costes salariales asociado a la reforma de las pensiones o una ralentización en la ejecución de los fondos NGEU, materia en la que esta autonomía es la más avanzada, según los datos de Elisa, la herramienta creada por el Gobierno para fiscalizar el desembolso de las ayudas y préstamos europeos. 

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