Petrobras no resiste escándalos y acabará 2014 con su menor nivel en bolsa

  • La petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa por valor de Brasil y la de más peso en la Bolsa de Sao Paulo, llega al final de 2014 en su nivel bursátil más bajo de los últimos diez años y en medio de un escándalo de corrupción que la ha convertido en protagonista política y económica.

Waldheim García Montoya

Sao Paulo (Brasil), 12 dic.- La petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa por valor de Brasil y la de más peso en la Bolsa de Sao Paulo, llega al final de 2014 en su nivel bursátil más bajo de los últimos diez años y en medio de un escándalo de corrupción que la ha convertido en protagonista política y económica.

A la caída del precio internacional del petróleo se sumaron este año otros factores de índole político y externo que evidenciaron la vulnerabilidad de los papeles de la petrolera no solo a los movimientos económicos sino también a los políticos.

En noviembre, los títulos de Petrobras acumularon su tercer mes consecutivo de pérdidas, después de que sus títulos preferenciales se cotizaran a 12,80 reales (unos 4,98 dólares) y los ordinarios a 12,15 reales (unos 4,72 dólares).

En el penúltimo mes del año, las acciones preferenciales de la compañía llegaron a bajar hasta los 12,45 reales (unos 4,84 dólares), su menor valor desde el 25 de mayo de 2005, y las ordinarias a 11,94 reales (unos 4,64 dólares), el pecio más bajo desde el 15 de septiembre de 2004.

"Es normal que cualquier tipo de títulos sea más o menos vulnerable a los altibajos normales en una bolsa de valores y más los de Petrobras, por tratarse de la mayor empresa del país", comentó a Efe la economista Lucia Andrade, especialista de mercado de capitales de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Sao Paulo.

Sin embargo, advirtió la analista, "el mercado apuesta con factores de riesgo reales como la depreciación del petróleo, la caída de la producción y altibajos de demanda-oferta; lo que no espera el mercado es que surjan escándalos de carácter político que alteren los vaivenes normales de las acciones".

El año ha estado marcado por el juego político electoral entre el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y la oposición, encabezada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), disputa que terminó con la reelección en segunda vuelta en octubre de la presidenta Dilma Rousseff.

El primer escándalo que tomó fuerza en 2014 fue la investigación por la compra que hizo Petrobras de la mitad del capital de la refinería de Pasadena (en Texas, Estados Unidos) por 360 millones de dólares a la empresa belga Astra Oil, que un año antes había pagado 42,5 millones de dólares por la totalidad de la planta.

Debido a una cláusula en el contrato, Petrobras fue forzada a desembolsar otros 820 millones de dólares por la otra mitad del capital de la refinería.

Luego apareció, incluso con más espacio durante la campaña electoral, el escándalo surgido por las investigaciones de las autoridades sobre el dinero desviado en Petrobras que era destinado a la financiación de partidos políticos aliados del oficialista PT.

Según los fiscales responsables del proceso, la red de corrupción movió entre 2006 y 2014 unos 10.000 millones de reales (unos 3.850 millones de dólares) en facturación excesiva de obras y contratos de Petrobras.

Las investigaciones se basan en declaraciones de Paulo Roberto Costa, exdirector de Abastecimiento de Petrobras, separado del cargo en 2012 y en prisión domiciliaria en Río de Janeiro, y del empresario Alberto Youssef, dueño de casas de cambio, quienes han aceptado colaborar con la justicia a cambio de una reducción de pena.

Costa y Youssef han acusado a varias personas, entre políticos y empresarios, de pagar a los partidos, y con cada capítulo de ese escándalo siempre fueron los títulos de la estatal los primeros en recibir el golpe en la bolsa.

"Las acciones de Petrobras son un valor estrella en la bolsa y serán siempre noticia. Pero este año siempre que pasaba algo 'extra' referente a la compañía, sin la menor duda, todo repercutía con fuerza aquí y abría espacio para la especulación", dijo a Efe el corredor de bolsa Rafael Maraba.

Para Maraba, que representa a inversores de la ciudad de Campinas, "no hay como dejar de asociar la empresa, y consecuentemente sus acciones, con el control o no del Gobierno. Por eso cada vez que Dilma (Rousseff) subía en las encuestas (electorales), las acciones de las empresas estatales bajaban y fue una constante durante meses".

Petrobras fue la empresa que más perdió valor de mercado durante el Gobierno de Rousseff.

De acuerdo con los cálculos de la firma consultora Economática, entre 2010 -cuando Rousseff fue elegida en las urnas por primera vez- y 2014, la petrolera estatal perdió 200.690 millones de reales (unos 79.100 millones de dólares) de valor de mercado.

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