Aunque no se cumplan los requisitos

Qué pasa si no puedo pagar un crédito: estas son las alternativas de los bancos

Una calculadora y euros.
Una calculadora y euros.
Imagen de Racool_studio.

El estado de alarma causado por la pandemia lleva casi tres meses activo y ha causado estragos económicos a una gran cantidad de familias en toda España, muchas de ellas con dificultades para hacer frente a las cuotas de sus préstamos personales y tarjetas de crédito. Si bien el Gobierno aprobó el Decreto Ley 11/2020 por el cual se permitía la moratoria de préstamos personales a familias económicamente vulnerables para evitar el impago de los créditos al consumo, no todas cumplen con los requisitos para acogerse a esta medida.

Por suerte, existen otras alternativas que las propias entidades han incentivado para evitar que sus clientes dejen de pagar, nos explica el comparador de créditos HelpMyCash.com.

La moratoria, la iniciativa gubernamental para evitar impagos

Una moratoria consiste en interrumpir el pago de las mensualidades de un crédito durante un tiempo determinado (tres meses de acuerdo con el decreto-ley actual) sin que se sigan generando intereses durante dicha pausa. Esta es la solución que propuso el Gobierno y que los bancos deben aplicar obligatoriamente si lo solicitamos y cumplimos con los requisitos.

Las personas que podrán acogerse a la moratoria son desempleados de unidades familiares donde los ingresos no superen el triple del IPREM (1.645,80 euros por unidad familiar) o particulares que demuestren que tienen una deuda conjunta que suponga más del 35% de los ingresos de la unidad familiar y cuyo esfuerzo para pagarla se haya multiplicado por un 1,3 durante el estado de alarma. Además, también podrán acogerse autónomos y pymes que hayan visto caer su facturación un 40% o más durante el estado de alarma.

Si cumplimos con algunos de estos perfiles y presentamos los documentos que pida la entidad, el banco deberá aprobar el congelamiento del crédito en un plazo máximo de 15 días y sin ningún coste extra. Esta moratoria, además, podremos solicitarla hasta un mes después del fin del estado de alarma.

La carencia, la alternativa de los bancos

Las familias con dificultades para abonar las cuotas de sus préstamos que no cumplen con los requisitos del Gobierno para acceder a la moratoria pueden acogerse a la alternativas que han propuesto los bancos, nos explica HelpMyCash.

La solución más común es una carencia parcial, la cual consiste en dejar de pagar el capital de las cuotas del crédito y continuar pagando los intereses. La principal diferencia con la moratoria es que, durante el tiempo que dure la carencia, se seguirán generando intereses sobre el capital por deber.

Los bancos adheridos a la Asociación Española de Banca (AEB) anunciaron que permitirán a personas que no cumplan con los requisitos descritos en el decreto-ley acogerse a esta alternativa. Algunos ejemplos son Abanca, Sabadell y BBVA que ofrecen una carencia parcial de seis meses. Bankia ofrece una carencia parcial de cuatro meses prorrogables a 12 meses y Santander permite una carencia total (tampoco se pagan intereses durante ese periodo) de tres meses con una continuación de otros tres meses con carencia parcial.

Otras alternativas para rebajar las cuotas

Una tercera alternativa si no cumplimos con los requisitos para acceder a la moratoria y nuestro banco no nos ofrece una carencia sería negociar una reunificación de deudas o una ampliación del plazo.

Con la reunificación de deudas podremos unir todos nuestros préstamos, si es que tenemos varios, en uno solo para, así, ampliar el plazo de reembolso y rebajar la cuota mensual por pagar. Aunque seguiremos pagando, podremos elegir una mensualidad más adaptada a nuestra situación financiera actual. Si la deuda es muy grande, podremos acudir a los préstamos con garantía hipotecaria como los que ofrece Supre Grupo, con el que podremos unificar las deudas si tenemos una vivienda en propiedad libre de cargas.

Una ampliación del plazo será la alternativa si solamente tenemos un crédito y queremos rebajar la cuota. No obstante, esta alternativa tendrá comisiones por cambio de contrato y, al alargar el plazo, debemos saber que se generarán intereses durante más tiempo.

En cualquier caso, pagar más en intereses o por el cambio de contrato será más barato y tendrá menos inconvenientes que caer en un impago. Para tener un mayor poder de negociación es importante ponernos en contacto con el banco antes de retrasarnos en el reembolso de las cuotas.

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