Reactor iraní de Arak, el último punto de divergencia entre Irán y Occidente

  • El reactor nuclear de agua pesada de Arak (oeste de Irán) es el último punto de divergencia en las intensas negociaciones que desde el miércoles mantienen en Ginebra el grupo 5+1 con Irán sobre su programa nuclear.

Ginebra, 22 nov.- El reactor nuclear de agua pesada de Arak (oeste de Irán) es el último punto de divergencia en las intensas negociaciones que desde el miércoles mantienen en Ginebra el grupo 5+1 con Irán sobre su programa nuclear.

La construcción de esta planta, que no era uno de los asuntos más cruciales en las rondas de negociaciones de los últimos años, pasó a ser un tema central en la actual fase, así como en la anterior, que tuvo lugar hace menos de dos semanas.

En Arak, que empezó a construirse en los años noventa, se generará plutonio, un elemento que puede ser utilizado de forma alternativa al uranio enriquecido para la fabricación de armas nucleares.

Irán mantiene que el propósito del reactor es producir radioisótopos médicos y generar unos 40 megavatios de energía térmica, pero un producto derivado de estas actividades será el plutonio.

Los expertos estiman que, una vez en funcionamiento, en Arak podrán producirse 10 kilos de plutonio de posible uso militar por año, lo que sería suficiente para un arma nuclear en el mismo periodo.

Los trabajos de construcción del reactor de Arak han avanzado muy lentamente en los últimos años y justamente esta era una de las razones por las que se había mantenido en la lista de preocupaciones secundarias de Occidente en relación al programa nuclear iraní.

Sin embargo, Francia elevó este asunto a la misma categoría de otros problemas considerados centrales, como el enriquecimiento de uranio, y se opuso a que un eventual acuerdo preliminar con Irán omitiera esta cuestión.

París ha planteado que Teherán debe detener la construcción de las instalaciones de Arak.

En cambio, el resto de países que negocian estaban dispuestos a aceptar Arak si Irán se comprometía a aceptar condiciones muy estrictas y controles durante su funcionamiento.

Esta planta nuclear de agua pesada debía empezar a funcionar en el primer trimestre de 2014, pero el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha señalado que su construcción está muy retrasada y que todavía queda mucho para que los trabajos finalicen.

Se sabe que Irán tiene problemas para abastecerse de los componentes necesarios para el reactor, particularmente de la tecnología de reprocesamiento de las barras de combustible en plutonio.

Por tanto, para Irán en realidad no sería un gran problema congelar este proyecto, pero sí lo sería paralizarlo de forma definitiva y justificarlo ante su opinión pública.

Incluso si Arak empezara a funcionar mañana, no sería una amenaza inmediata, pues el reactor necesitara de 12 a 18 meses para producir suficiente plutonio.

La demanda francesa llevó al presidente iraní, Hasán Rohaní, poco antes de que se iniciara esta tanda de negociaciones, a advertir al G5+1 (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China y Alemania) que "exigencias excesivas" podrían arruinar la oportunidad única de dar un gran paso hacia la solución del contencioso nuclear.

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