Las exportaciones del país alcanzaron una cifra récord de 250.241 millones de euros, el valor más alto desde el inicio de estos registros en 1995, lo que supone un crecimiento del 4,3% respecto al año anterior.
Las importaciones aumentaron por su parte un 3,7%, hasta los 274.415 millones, a consecuencia de la creciente demanda interna en un contexto de recuperación económica.
Las exportaciones estuvieron impulsadas por el sector automovilístico (+19,6% anual hasta los 42.604 millones de euros), el alimentario (+9% a 40.552 millones) y los productos químicos (+5,5% a 35.984 millones), detalla el ministerio.
Aunque no tiene ningún grupo automovilístico nacional --la marca Seat pertenece al alemán Volkswagen--, España cuenta con numerosas fábricas de grandes constructores como Nissan, Ford, Volkswagen, Renault o Peugeot Citroën. Esta industria genera alrededor del 10% del Producto Interior Bruto (PIB).
El sector agroalimentario también constituye un pilar de su comercio exterior, con los invernaderos de frutas y legumbres del sur del país o la producción porcina, la cuarta más importante del mundo.
Paralelamente, la cuarta economía de la zona euro importó bienes de equipo valorados en 55.888 millones de euros (+18,9% anual). Sus empresas volvieron a invertir en 2014 para responder a la dinamización del consumo, mientras la economía se recuperaba.
En 2015, el crecimiento del PIB español fue del 3,2%, tras haber subido un 1,4% en 2014.
España, muy dependiente del exterior en cuanto a gas y petróleo, también se benefició de la caída de los precios energéticos, consiguiendo disminuir en un 30,3% hasta los 38.605 millones de euros la factura de la energía importada.
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