Reyal Urbis perdió 910 millones en 2012, más del doble el año anterior

  • La inmobiliaria Reyal Urbis, en concurso de acreedores desde la pasada semana, perdió 910,67 millones de euros en 2012, más del doble que el año anterior, cuando las situó en 375,17 millones de euros.

Madrid, 28 feb.- La inmobiliaria Reyal Urbis, en concurso de acreedores desde la pasada semana, perdió 910,67 millones de euros en 2012, más del doble que el año anterior, cuando las situó en 375,17 millones de euros.

Según la información remitida hoy a la Comisión Nacional del Mercado se Valores (CNMV), las ventas de la inmobiliaria cayeron a la mitad el pasado ejercicio, hasta generar unos ingresos de 136,16 millones de euros.

Reyal Urbis presentó el segundo mayor concurso de acreedores de la historia de España el pasado 19 de febrero, tras contar con unas deudas acumuladas de 3.600 millones de euros.

La información ofrecida al mercado por Reyal Urbis destaca que la línea de promoción residencial se mantiene como su principal negocio, con una cifra de negocio de 61 millones de euros, mientras que la facturación de la venta de terrenos y solares ascendió a 30 millones de euros.

Por lo que respecta al gasto financiero, se situó en 61 millones de euros, la mitad que en el ejercicio anterior debido "al efecto positivo de las condonaciones de deuda registradas".

La inmobiliaria ha subrayado que el pasado año continuó la fuerte caída de la demanda de vivienda, así "como la nula recuperación del mercado de refinanciación".

La solicitud de concurso de acreedores se desencadenó tras producirse un embargo de 5 millones de las cuentas de Reyal Urbis para pagar deudas derivadas de pleitos y la última propuesta presentada a la banca para obtener 30 millones de euros de liquidez adicional.

En una reunión de urgencia, Reyal Urbis solicitó a los bancos 30 millones de euros para hacer frente a pagos de proveedores y a los intereses de la deuda contraída con la Agencia Tributaria, de casi 400 millones.

Ante el rechazo de los bancos a aportar capital y el embargo de las cuentas, la inmobiliaria se vio abocada a iniciar los trámites para presentar la que será la segunda mayor insolvencia de la historia de España, sólo por detrás de la presentada por Martinsa-Fadesa, que alcanzó un acuerdo con la banca para pagar sus 7.200 millones de deuda en un plazo de hasta 10 años.

A pesar de ello, la firma confía en que el "concurso de acreedores se superará y que como resultado del mismo se reforzará la posición financiera del grupo".

De hecho, considera que cuenta con "una de las mayores carteras de activos inmobiliarios del sector" que le permite mantenerse "en una situación privilegiada a la espera de la recuperación económica del sector".

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