Rsc. Los consejos de administración no ejercen una supervisión satisfactoria de la responsabilidad social

Las empresas han sufrido un cambio de paradigma con el desarrollo de la responsabilidad social, que ha proporcionado nuevos activos como son los valores, pero es un proceso todavía inconcluso en el que “faltan elementos como que los consejos de administración ejerzan una supervisión satisfactoria de la RSC” según Manuel Escudero, director general de la Deusto Business School.

Para Escudero, que intervino en el Foro Inserta Responsable de la Fundación ONCE, “la responsabilidad social no ha conquistado el ADN de las empresas, ni las estrategias”, por lo que se la considera como marketing.
Esto se debe a que ha estado ligada a una gestión de riesgos reactiva y circunscrita al área más cercana de la empresa, de manera que “el impacto que ha tenido en mejorar la vida de la sociedad ha sido insignificante” lo que conlleva un problema de legitimización que no se ha resuelto.
Así, el responsable de la escuela de negocios manifestó que es necesario el desarrollo del concepto de “creación de valor compartido” que implica una interactuación con todos los grupos de interés puesto que las empresas sostenibles no pueden estar al margen de los problemas a los que se enfrenta la sociedad.
El desarrollo de este concepto implica que las compañías deben ampliar sus relaciones no sólo a los grupos de interés directos, sino más allá, aseguró Escudero. La sostenibilidad es ligar estrechamente el crecimiento de la empresa con las necesidades de la sociedad, por lo que es necesario que las áreas de responsabilidad social e innovación de las entidades aúnen sus esfuerzos.
Para Fernando Riaño, director corporativo de Alianzas, Sinergias y RSC de Fundosa y Ceosa, la responsabilidad social genera un valor añadido a las empresas y es una fuente de ventaja competitiva así como palanca de cambio social.
La jornada, en la que intervino también Francisco Hevia, director de RSC del Grupo Siro, fue clausurada por Miguel Angel García, director general del Trabajo Autónomo, la Economía Social y la RSE del ministerio de Empleo y Seguridad Social, quien animó a las empresas a contagiarse de las buenas prácticas en la creación de valor compartido como motor generador de riqueza y sostenibilidad.