Muchos piensan que un seguro de vida es un producto para personas mayores, pero en realidad no es así. Ni tampoco es un fondo de ahorro. Los que acaban de formar un hogar o firmar una hipoteca son los que más apuestan por la protección financiera. ¿Por qué para ellos esta póliza es esencial? Porque el día que falten, enfermen de gravedad o padezcan una invalidez, asegurarán la estabilidad económica de sus seres queridos.
Beneficios del seguro de vida
La primera ventaja es que puedes contratarlo a tu medida y con el dinero que desees. No obstante, ten en cuenta que, cuanto mayor sea el capital asegurado, mayor será la prima a pagar. Sin embargo, el cálculo es fácil: como regla general estima, por una parte, tus ingresos actuales y futuros y, por otra, los gastos que suele tener la unidad familiar.
Lo habitual es asegurar una cifra que sea cinco veces mayor al salario neto anual. Aunque, eso sí, todo depende del número de miembros en casa y del nivel de vida que llevéis. Así, obtienes una garantía de ingresos; el mayor de los beneficios del seguro de vida.
Paz mental
No cabe duda. Saber que la familia estará protegida económicamente en tu ausencia proporciona una gran tranquilidad. Es más, de cara al futuro, el seguro puede garantizar que tus hijos tengan los recursos necesarios para continuar su educación. Sin necesidad de ayudas o depender de nadie y pensando, por ejemplo, en la matrícula universitaria y muchos otros gastos educativos.
Pago de deudas
Esta es otra de las grandes ventajas del seguro de vida. El dinero que se recibe después de fallecer puede utilizarse para saldar deudas pendientes a fin de evitar que recaigan sobre tus más allegados. Prueba de ello, si no cuentas con un seguro de decesos, son los gastos funerarios.
Aquí, muchas pólizas cubren los costes asociados con el funeral durante un momento tan difícil. Incluso pueden contribuir a liquidar el impuesto sobre donaciones y sucesiones a favor de tus herederos. Un dinero ciertamente gravoso en algunas regiones que es motivo de renuncia a la herencia para algunas familias por no disponer de él.
Futuro financiero
Por si fuera poco, el seguro ofrece flexibilidad en el uso de los fondos. Esto permite a los beneficiarios tomar decisiones financieras según sus necesidades. Pero ¿qué ocurre si lo contratas y no informas a nadie?
Existe un registro público en el Ministerio de Justicia que facilita un documento sobre la persona fallecida y la entidad aseguradora. Con él se puede reclamar la prestación derivada del contrato suscrito.
Proteger la seguridad y el bienestar económico frente a un fallecimiento prematuro es la principal razón para adquirir un seguro de vida. Aun así, si el óbito no se produce, puedes recuperar parte del capital invertido. Por consiguiente, no es extraño que cada vez más personas decidan contratarlo.
