Unos 1.900 altos directivos del Grupo Telefónica recibirán en los próximos cinco años bonus millonarios en acciones, mientras unos 5.600 empleados de Telefónica España serán despedidos en los próximos tres años. La compañía anuncia el mismo día esta reestructuración de la plantilla y su plan de incentivos a lo largo plazo para su equipo directivo, según informa la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Este bonus de 450 millones de euros se lo repartirá el equipo directivo del Grupo Telefónica, entre los que se incluyen los consejeros ejecutivos, los miembros del Comité Ejecutivo de Telefónica, S.A., así como el restante personal directivo.
En total unos 1.900 altos directivos en un principio, aunque este número de beneficiados puede aumentar, ya que está previsto sumar a este plan de incentivos a aquellos que se promocionen en la directiva, es decir lo que a lo largo del plazo "pasen a cumplir los requisitos establecidos al efecto en cada momento".
El plan de incentivos con acciones a la largo plazo se realizará a lo largo de cinco años y se dividirá en tres ciclos, por lo que las entregas de estas acciones a los directivos de Telefónica elegidos tendrían lugar en 2014, en 2015 y en 2016, al finalizar cada uno de los ciclos en los que se divide el plan.
Así, en este plan está previsto que en 2014 César Alierta reciba un máximo de 390.496 acciones, Julio Linares 234.298 acciones y José María Álvarez-Pallete 124.249 acciones.
Despidos pese a los beneficios
El anuncio del plan de despidos de la compañía este jueves sorprendía después de conocer los récords en beneficios del grupo en España en el pasado ejercicio (10.167 millones de euros).
Este anuncio de reparto de beneficios se hace después de que el presidente de Telefónica de España, Guillermo Ansaldo, anunciara este jueves que estudian un plan de ajuste de costes que incluye la reducción del 20 ciento de la plantilla, que podría afectar al menos a 5.600 trabajadores según UGT y que se produce dos años después del ERE de 700 personas.
La reducción de empleo, que se realizaría mediante externalización de actividades de la compañía y con reestructuración de plantilla en tres años, podría afectar a unos 5.600 trabajadores, según los datos aportados por la Unión General de Trabajadores (UGT), de una plantilla de unos 32.000 trabajadores, de los que 27.900 son de telefonía fija y unos 4.000 de la móvil.
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