Toyota prevé beneficios a pesar del coste de sus revisiones

  • Tokio.- El primer fabricante mundial de automóviles, Toyota, anunció hoy que espera cerrar el actual año fiscal en marzo con un beneficio neto de 80.000 millones de yenes (633 millones de euros) pese al impacto de sus llamadas a revisión en todo el mundo.

Toyota ganó 1.212 millones de euros de octubre a diciembre de 2009
Toyota ganó 1.212 millones de euros de octubre a diciembre de 2009

Tokio.- El primer fabricante mundial de automóviles, Toyota, anunció hoy que espera cerrar el actual año fiscal en marzo con un beneficio neto de 80.000 millones de yenes (633 millones de euros) pese al impacto de sus llamadas a revisión en todo el mundo.

La compañía nipona ha cuantificado que el coste de las revisiones de los alrededor de ocho millones de unidades y el impacto sobre las ventas podría llegar a los 180.000 millones de yenes (1.426 millones de euros), lo que no evitará que la compañía registre beneficios en lugar de las pérdidas anunciadas anteriormente.

En una multitudinaria rueda de prensa, a la que no acudió su presidente, Akio Toyoda, el fabricante reiteró su "compromiso vital por la calidad" y negó haber actuado con lentitud u ocultado información durante la gestión de la crisis sobre la aceleración o ante las recientes quejas que afectan al sistema de frenado de su híbrido Prius.

La multinacional del automóvil no quiso adelantar las posibles consecuencias de una pérdida de confianza de los consumidores en el resultado del próximo año fiscal que comienza en abril, aunque cree que venderá 100.000 unidades menos cuando termine el actual ejercicio, el 80 por ciento de ellas en EEUU, su primer mercado.

En el presente año fiscal, del que restan dos meses, Toyota espera un beneficio que contrasta con las pérdidas netas de 200.000 millones de yenes (1.582 millones de euros) previstas anteriormente.

Asimismo, Toyota anunció que aumentará sus ventas hasta los 7,18 millones, 150.000 unidades más que un año antes, gracias a mercados emergentes como China y al empuje de las ayudas gubernamentales de Japón que han llevado al nuevo Prius a venderse a ritmo récord.

La comparecencia, repleta de preguntas sobre revisiones y calidad, se prolongó más de lo previsto para resolver las dudas sobre los problemas del frenado del nuevo Prius, después de que se dieran a conocer esta semana quejas de conductores en EEUU y Japón.

Este último nubarrón en el camino de la recuperación de Toyota no se ha cuantificado aún en términos de costes, aunque los directores presentes hoy reconocieron que puede afectar a los ingresos del próximo ejercicio si adquiere mayor dimensión.

Las llamadas a revisión de millones de vehículos en Estados Unidos y Europa y el cese temporal de la producción de sus modelos más populares en el mercado norteamericano comenzaron el pasado mes, pero no impidieron que el fabricante ganara 153.200 millones de yenes (1.212 millones de euros) entre octubre y diciembre.

Takahiko Ijichi, uno de los directores presentes hoy, reconoció que "es difícil ver cómo será el futuro de Toyota" respecto al próximo año y abogó por actuar para minimizar el impacto de las revisiones sobre las ventas.

Ijichi dijo que a pesar de que una de las razones de los buenos resultados han sido los recortes de gastos, no son incompatibles con la calidad y la mejora de su tecnología, algo que muchos analistas señalan como una de las causas de los errores.

Toyota se enfrenta a un mercado del motor muy competitivo, en el que podría perder terreno frente a la alianza Volkswagen-Suzuki a nivel global, Honda en el mercado japonés y al surcoreano Hyundai en el estadounidense.

Hiroyuki Yokoyama, uno de los jefes de división de Toyota, restó hoy importancia a otro problema que puede multiplicar los dolores de cabeza de Toyota, el que afecta al sistema de frenado del Prius.

Yokoyama dijo que el fallo, que provoca un retraso en la respuesta del frenado, no es mecánico y se reparó en enero sin que se hiciera público mediante una actualización del software de los nuevos modelos que salían de fábrica.

A pesar de que Toyota asegura que ese problema no compromete seriamente la seguridad de los ocupantes, podría afectar a las ventas de su modelo estrella en Japón, uno de los ejes de la recuperación tras la crisis.

Asimismo, si el problema adquiere una mayor escala podría enfrentar a Toyota a nuevas preguntas sobre su transparencia y rapidez a la hora de recuperar la confianza de los conductores de todo el mundo.

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